El Laberinto del Cisne (ShunxHyoga)

Capítulo 9

*Mientras tanto*

Shun ya se había adentrado en lo más profundo del tronco, estaba sucio y agotado

Por todos lados había lodo y pequeños escarabajos, sin embargo Shun continuó con su camino, el túnel que llevaba hacia las raíces era demasiado pequeño por lo que el peliverde tuvo que cruzarlo a "gatas"

De pronto oyó una respiración moustruosa detrás de él, se giro con lentitud y miro a un enorme sapo de piel verde y vientre amarillento

-Hola- susurró el pequeño -Soy el príncipe Andrómeda y no te tengo miedo

El sapo solo lo miraba con indiferencia

Shun miro las tres piedras que tenia en su mano y las apretó con fuerza

-No te da vergüenza- continuó -Estar aquí abajo, comiendote los bichitos y engordando mientras el árbol se muere?

De manera sorpresiva el sapo lanzo su larga lengua hacia un costado del rostro del peliverde, pues un escarabajo se había posado sobre su mejilla, ante el imprevisto Shun soltó las piedras

El sapo comió el insecto mientras que Shun rápidamente recogía las piedras sin darse cuenta que también había recogido un escarabajo

Como respuesta ante la pregunta del pequeño, el sapo rugió. Shun abrió su mano y miro las piedras, fue ahí cuando notó al insecto, lo tomo y lo miró

El sapo también miro al escarabajo y relamió su hocico, era notorio que quería al escarabajo

Entonces Shun tuvo una idea

-Lo quieres? Ten- le dijo al sapo, ofreciéndole el escarabajo

Colocó al insecto junto con las tres piedras y se lo ofreció, el sapo saco su lengua pegajosa y comió el insecto junto con las tres piedras

Shun esperó para ver que ocurriría,  el enorme sapo pareció tensarse por unos segundos y de pronto comenzó a vomitar una gran masa pegajosa y amarillenta

Shun miro sorprendido aquello, el sapo continuó vomitando hasta sacar todo lo que llevaba dentro, causando así su muerte

El peliverde se acercó con lentitud a la masa y vio lo que parecía ser una gran llave dorada, con cuidado lo tomó y lo observó

*Minutos después*

Shun salió por fin del árbol, estaba exhausto y con la mitad del cuerpo adormecido

Caminó con lentitud hasta la rama donde había dejado su ropa, sin embargo al levantar la vista... No encontró prenda alguna!

Sin tardanza comenzó a buscar sus ropas hasta que las halló a unos metros de distancia, tanto su saco como su camisa estaban totalmente sucios y llenos de lodo

Rápidamente se acercó y los recogió del suelo, sin embargo su mala suerte pareció incrementar pues en ese momento una fuerte tormenta lo tomó por sorpresa