Capítulo 1

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El Sol brillaba con intensidad, iluminando el verde follaje de las hojas de los viejos árboles del bosque.

Un camino de terracería se distinguía entre los troncos y por este camino un auto viejo circulaba, en su interior viajaban un joven peliverde de 18 años y un peliazul de 28.

El pequeño leía con atención un libro mientras que el mayor cubría su boca y nariz con una mascarilla de oxígeno.

-No debiste haber traído tantos libros Shun, si vamos al campo, al aire libre- murmuró el mayor con dificultad mientras miraba al menor, enseguida le quitó el libro y comenzó a hojearlo.

-Libros de medicina- acarició una de las sonrosadas mejillas del menor -Creo que no deberías de ilusionarte mucho con eso de ser médico Shunny.

Fue en ese momento cuando el mayor comenzó a toser de forma descontrolada, preocupando así al menor.

-Ikki?!

-Dile al chofer...que pare...por favor!

El peliverde enseguida obedeció y el auto se detuvo, Ikki abrió la puerta con algo de brusquedad y tomó aire desesperadamente.

Shun lo miraba preocupado, Ikki también lo miro y sonriendo a medias acarició su cabeza.

-Shunny, Shunny dejame un momento, no me encuentro muy bien.

Shun asintió y bajó del auto, miró a su alrededor y comenzó a caminar, alejándose un poco.

El bosque mostraba un hermoso entorno acompañado del canto de los pájaros, Shun no pudo evitar sonreír al ver aquel bello paisaje.

En su camino tropezó con algo, se agacho para ver que era y noto que era una piedra con una forma muy peculiar.

La tomó y miro con sorpresa que en la roca estaba tallado lo que parecía ser un ojo, miró hacia todos lados tratando de buscar el origen de aquella roca y miro a lo lejos una gran pared de piedra.

Se acercó a está y miro que en la parte de arriba tenía un gran hueco y bajo esta una figura de un ave enorme.

Shun lo miró con atención y descubrió que a la figura le faltaba la pieza que él tenía, con cuidado lo colocó.

Enseguida comenzó a escuchar un pequeño crujido proveniente del hueco en la parte superior, cuando de manera inesperada, un ave de bello plumaje blanco y cuello largo salió de aquel hueco.

Shun lo miró sorprendido y a la vez fascinado, el ave lo miró durante unos instantes para después levantar el vuelo.

-Shun? Shun ven!- la voz de Ikki sacaron al menor de su sorpresa, Shun dio la vuelta y rápidamente se acerco a éste.

-Hermano, eh visto a un cisne...

-Pero mira como te has puesto los zapatos- lo interrumpió -Vámonos.

Ambos  caminaron hacia el auto.

-Cuando lleguemos al campamento quiero que saludes a la capitana y que la llames por su nombre, de acuerdo? No sabes lo buena que ha sido con nosotros- continuó el mayor.

Ambos entraron al auto y éste arrancó, sin embargo nadie notó como el cisne que Shun había visto, los seguía de cerca.

El Laberinto del Cisne (ShunxHyoga)Where stories live. Discover now