INSANITY [Bucky Burnes]

V

Después de los acontecimientos de Ultron. (Abigail ayudó en esta batalla a los vengadores, uniéndose a ellos)

Me encontraba en Rumania, Bucharest. Según Wanda Maximoff, nueva integrante de los vengadores y mi mejor amiga, había rastro de James aqui, pero llevó aqui una semana y solo he conseguido una sensación incómoda de ser observada y un par de pistas estupidas.

Llegue a la tienda de frutas en el mercado y compre unas cuantas manzanas. Fui a pedir al vendedor que me cobrara pero un hombre se me adelantó. Le miro, tenía una gorra, su pelo era medianamente largo y llevaba una chaqueta. No se si llevaría un suéter grueso o tal vez cinco camisetas, pero ese hombre era realmente grande.

Termino de hacer su pedido de ciruelas y no tarde en aprobechar para pagar.

— Pot purta asta, domnule?* — dije amablemente sintiendo la mirada del otro hombre.

— Acolo îl aveți, dor.* — dijo entregándome las manzanas. Le conteste con una sonrisa y cogí las manzanas.

Pesaban un poco asique costosamente las sujete en la mano y empeza a caminar.

— Te ajut?* — escuche una voz ronca detrás de mí y me giré. Le vi parado detrás de mi, me ofrecía una mano la cual tenía tapada por un guante.

Me extraño ver los guantes, hacia frío si, pero tampoco para tanto. Miré directamente a sus ojos cuando alzo la cabeza. Mi pulso se paró y mis ojos se abrieron exagerada mente. Él pareció darse cuenta de que le había reconocido pero no apartó su mano.

— C-Claro. — le entregue la bolsa.

Él la cogió sonriendo levemente y camino a mi lado.

— Ese dia, me salvaste en el río, ¿por que? —le mire confusa.

— No... No lo se. — suspiró.

— Si lo sabes, James. — dije mirando al suelo. Le mire de rojo, me miraba fijamente.

Él abrió su boca para responder pero al instante la cerró mirando a un punto fijo. Alce la vista alcanzando a ver cómo un hombre salía corriendo de su puesto de trabajo al notar la presencia de Bucky. El soltó un suspiro de cansancio, le miré y acaricié levemente su mano humana.

Se acercó hacia el puesto de revistas y tomó el periódico mostrándome la noticia en grande que aparecía.

— Eso es imposible. — dije frunciendo el ceño.

— Será mejor que me vaya. — dijo entregándome la bolsa de frutas.

— ¿Y a donde vas a ir? No puedes huir toda la vida James. — dije tomándole del brazo bionico. El se giro hacia mi y me miró a los ojos.

— ¿Por que te preocupas tanto por mi? ¿Que fuimos? — dijo con desesperación — Créeme que he intentado recordarte a ti, a Steve, a todo... Pero es imposible. — dice agancho la cabeza.

— ¿Recuerdas el nombre de Steve? — dije acercándome a él.

— Lo vi en el museo. — dijo mirando a todos los lados nervioso — Necesito irme, ven. — cogió mi mano y tiró de ella haciendo que tirase la bolsa de manzanas.

[...]

Llegamos a un de edificio con pisos, subimos las escaleras corriendo, bueno, el iba corriendo a mi me llevaba en la espalda por que decía que era muy lenta. Entramos en su apartamento encontrándonos con Steve mirando por la ventana.

Instantáneamente me baje de la espalda de James, muy a mi pesar. Steve se giro hacia nosotros y soltó un suspiro de alivio.

— ¿Donde demonios dejaste el audífono Wilson? — dijo cabreado.