Capítulo siete

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Boda

Y el día de la boda llegó más rápido de lo esperado.

En un abrir y cerrar de ojos ya estaban todos en la mansión Kim para llevar a cabo la unión. El pelirrojo de ojos avellanas se hallaba en la habitación de su casi suegra dándose una ducha para poder empezar a arreglarse, el olor a gardenias y vainilla de Jungkook estaba presente en el lugar; una semana antes, su padre le había obligado a dejar los supresores a los que se había sometido durante seis años ya que, según todos, era de muy mal gusto que el omega llegara con supresores a su boda.

En la habitación también se encontraban Hee Soo, Taeyeon y Soo Jin, quienes parloteaban emocionadas sobre el gran acontecimiento que estaba por ocurrir, tal vez algunas más que otras.

La ducha sirvió para pensar en lo duras que serían las siguientes horas, sumergido en recuerdos dolorosos, desde que se presentó omega soñó con su boda con el alfa de su vida.

"El pelirrojo se encontraba acostado en el sofá, entre los brazos de su novio. Veían una película romántica, de esas que le gustaban a Jungkook. Estaban ellos dos solos en la casa del alfa y esos momentos que compartía a solas con Felix eran los favoritos de Jungkook.

La escena que pasaba en la película era donde la pareja se casaba y tenían su "felices para siempre", volteó a ver al azabache y este tenía una cara de aburrido.

—¿Algún día quisieras casarte? —preguntó con ilusión, esperando una respuesta positiva de su pareja.

—¿Estas jodiéndome? Esas son mariconerías, Jungkook, nunca encontrarás a alguien que quiera pasar toda su jodida vida contigo —soltó de manera brusca, rompiendo todas las ilusiones del omega, haciendo que se separara de golpe y sentándose bien.

—Pero... —una mirada mordaz por parte del azabache hizo despertar de nuevo en Jungkook esa parte que había controlado por Felix, esa que su madre había creado.

—Y menos si eres un respondón, ¿no me digas que te quieres casar, inútil?—lo tomó del cabello con fuerza, el olor a molestia en el alfa no se hizo esperar pero eso en vez de asustarlo lo alentó más.

—El que nadie quiera pasar su vida contigo es problema tuyo —escupió molesto —Yo si quiero casarme, encontrar a mi alma gemela.

Al oír esto, Felix le soltó una bofetada que le dejó marcada la mejilla, Jungkook inmediatamente se llevó una mano a su mejilla y lo miró furioso, ya estaba por responder cuando sintió los labios del otro sobre los suyos.

—Sabes que te digo esto por que te amo ¿verdad?— dijo con sosiego, tomándolo con ambas manos de la cara.

“Tranquilo Jungkook, a los alfas les gustan sumisos” habló su subconsciente.

"Pero nosotros no somos sumisos, que se joda y busquemos a uno que si nos merezca" repeló su omega interior.

Asintió con lentitud a lo dicho por el alfa, él lo quería, él había sido la primera persona que no se burló de él por su naturaleza.

Felix sonrió, para después depositar un beso en la nariz del menor y lo acomodó otra vez entre sus brazos.

Unos golpecitos en la puerta lo sacaron de sus pensamientos, se quitó el restante de jabón y se enrolló en una toalla. Al salir, su cuñada y suegra (sorprendidas por los tatuajes que tenía en sus brazos, abdomen y pierna) lo tomaron para darle unos toques de maquillaje para que luciera aún mas lindo, él no quería pero una mirada por parte de su madre lo hizo dejarse.

Who got the power?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora