Prefacio.

19.5K 1.5K 203
                                    

Su vista era nublosa, como si un manto muy delgado cubriera sus ojos y no le permitiera ver claramente lo que había frente a él. El golpe en la cabeza le dejó un gran dolor punzante que se había convertido en un zumbido que palpitaba en sus sienes.

Se incorporó poco a poco, con las palmas de las manos en el asfalto. Quiso gatear pero el dolor punzante le hizo gemir. Se miró ambas manos y estas se encontraban llenas de grava y tenía pedazos de vidrio incrustadas en lo más profundo.

Su vista se nubló de nuevo, esta vez un hilo de sangre se deslizó desde su frente lastimada, pasando por sus ojos hasta caer al pavimento. Sacudió la cabeza y pudo divisar las luces parpadeantes de su lujoso lamborghini, este destruido gracias al fuerte impacto que lo hizo caer unos metros más allá.

—Cat —murmuró.

Las piernas le fallaban, las manos temblorosas sobre el asfalto, el dolor punzante en la cabeza y la vista nublosa.

—Cat —su nombre salió en una suplica.

Todo estaba oscuro a su alrededor. No podía distinguir con claridad si lo que yacía unos metros alejado de él era un arbusto el cuerpo de su amada.

Princesa, háblame —se puso de pie con tanta dificultad que soltó un quejido de pesar. Llevándose una mano a un costado, sangraba y palpitaba.

Dio un par de pasos buscando a su princesa, mas no la podía hallar entre aquella oscuridad que parecía volverse cada vez más negra. Sus pasos eran lentos, tormentosos. Cada paso que daba enviaba una horrible aflicción a cada terminación de su cuerpo. Era el dolor más horrible que alguna vez llegó a sentir: mas nada lo había preparado para lo que sus ojos estaban por encontrar.

Trémulo se acercó a su coche, con la esperanza que su amada no haya salido lastimada, pero se llevó una gran decepción el ver el coche vació, con los vidrios rotos, los asientos destrozados y el parabrisas estrellado con un gran agujero a la mitad. Sus sospechas fueron acertadas, cuando a lo lejos vio el cuerpo de su princesa. Y sin importarle en lo más mínimo el infierno que estaba sintiendo con cada paso, se acercó a ella de prisa. Se acuclilló a su lado, tomando su rostro con ambas manos y pasando sus dedos por su piel, ahora lastimada y llena de raspones. Su cuerpo inerte era apretado por sus brazos, para sentir el calor a su lado.

—Cat, princesa, no puedes dejarme —dos lágrimas ácidas se deslizaron por sus mejillas.

El dolor en su pecho escalaba como un gran lazo lleno de clavos que rasgaba su garganta y dejaba una gran herida a su paso.

—Cat —palmeó su rostro con cuidado, de no lastimarla —. Despierta —su llanto se intensificó.

En ese momento se dio cuenta de cuanto amor sentía por ella. Que era lo más hermoso que le había podido pasar a su jodida vida. Sintió dolor, ira, rabia...,que se acentuaba en sus manos y explotó en un grito lleno de furia y calvario.

—¡No!, por favor —miraba su rededor —. No me dejes.

Entendió por primera vez, que los actos tienen consecuencias y se arrepintió por primera vez de cada mala decisión que tomó en el pasado.

Darrel comprendió que estaba jodido de nuevo y que sin su princesa nada sería igual.

☾☾☾☾

Espero les haya gustado el prefacio, que es como un tipo de introducción de lo que vendrá en la historia. No te olvides de seguirme en instagram:

ele_santos_

darrel.caua

Corromper a un ángel (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora