El Trato.-JB.

Capítulo 12-Tú me crees ¿verdad?

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Justin:

Suspira y se aleja de mi. Sus preciosos ojos están rojos de llorar y me tengo que contener para no coger el coche e ir hasta su casa y romperle la cara a ese capullo, y gritarle miles de atrocidades a su estúpida hermana.

Pensé que no podía odiar a una persona más de lo que odiaba antes a Maggie, pero estaba equivocado, odio mucho más a su hermana por no creerla y al estúpido de su novio.

Espero pacientemente a que se recupere, seca sus lágrimas con sus manos y me mira avergonzada.

-Lo siento, no quería darte este espectáculo.

-No, está bien, me alegro de que me llamaras.-Y lo digo enserio, tengo la necesidad de protegerla si algo le pasa.

Suspira y miro sus preciosos labios. Me contengo, ahora no es el momento correcto para besarla.

-¿Quieres darte una ducha?

-¿Puedo?

-Claro, si no, no te lo ofrecería.

Asiente y le doy un par de toallas para que se duche en el baño de mi habitación. Paso mi mano por mi rostro recordando lo destrozada que se veía cuando he ido a recogerla.

Tiene que ser muy duro que tu familia no te quiera, y que no te crea nunca. Cada vez que me cuenta algo sobre su estúpida familia más entiendo su forma de ser con el mundo.

Odiaba a los Montgomery, pero ahora que se como son con ella, los aborrezco más aún. Y es curioso que ahora a la única que no odie sea a Maggie.

Me quito la camiseta, pero me dejo el pantalón de chándal, me tumbo en la cama esperando a que salga del baño.

Cuando lo hace, está envuelta en una toalla y su cuello está lleno de gotitas de agua.

Es la escena más sexy que he visto en mi vida.

-¿Me dejas algo de ropa?-Pregunta sentándose en la cama.

No respondo, miro sus ojos y después sus labios. Me inclino poco a poco, y cuando veo que ella no se va a apartar, junto mis labios con los suyos en un beso lento.

Siento un montón de cosquilleos en la tripa, y por alguna razón empiezo a ponerme nervioso.
¿Desde cuándo me pongo nervioso al besar a una tía?

Cojo su rostro entre mis manos mientras que ella pone los suyas en mi cuello. Se coloca ahorcajadas encima de mi y me obligo a separarme de sus labios para decir:-No quiero que te sientas presionada a hacerlo, no después de lo que te ha hecho él.

Me sonríe y juro que es la sonrisa más bonita del mundo.

Joder, ¿qué me pasa?

-Contigo me siento segura, y quiero hacerlo.-Eso es suficiente para volver a besarla. Pongo mis manos en su cintura y la pego más a mí, para que me sienta.

Deja caer la toalla y yo miro sus grandes pechos. Su color de piel es precioso y sus pezones están erectos.
Beso su cuello mientras llevo mis manos a sus tetas. Juego con sus pezones mientras disfruto de sus gemidos.
Dejo un camino se besos desde su cuello hasta sus pechos, me llevo uno a la boca y ella arquea la espalda para hacer mayor contacto.

-Dios.-Jadea.

Mierda. Si gime así otra vez me voy a correr sólo con escucharla.

Cuando he terminado de jugar con sus tetas, la tumbo a un lado de la cama y me meto entre sus piernas. Soplo en su coño haciendo que suelte un pequeño chillido.