Retazos de ti

Primero sueño

Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, sólo el amor que les tengo.

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El niño desliza su lápiz por la hoja, redondea curvas que junta con líneas. Observa el papel orgulloso, con una sonrisa en su pequeño rostro. Corre con el papel hasta dónde está su padre sentado leyendo el diario.

—Viejo —dice el niño y este ya suspira, inclinándose hacia adelante para estar a la altura del pequeño—, mira —así le muestra su increíble trabajo, un monigote que sin duda era el héroe de la paz; con sus inconfundibles mechones rubios mirando hacia el cielo.

Masaru suelta una suave risa que sirve para agrandar la ilusionada sonrisa de su hijo, enseguida siente un peso en su hombro. Cuando voltea la mirada puede ver a su esposa mirando interesada el dibujo.

—Vaya... —suelta la mujer al verlo— realmente tienes talento para el arte renacuajo. Tal vez puedas dedicarte a eso.

—¿Estás loca bruja? Yo voy a ser un héroe y voy a superar a All Might —afirma moviendo alegre los brazos de un lado para el otro.

—¿Superar a All Might? —dice Mitsuki mientras se aleja unos pasos y su esposo se pone de pie para dirigirse a la habitación del pequeño— ¡¿Cómo podrás superarlo si no me vences a mi primero?! —declina su cabeza para atrás, poniendo ambas manos en garras y concluyendo con un risa maligna.

—¡Ya verás! —grita Katsuki mientras corre hasta su madre, emocionado por la pelea.

Mientras tanto Masaru entra a la habitación  del niño, para ver qué tanto más había estado dibujando.

Entre la pila de papeles y los crayones esparcidos, que se dedicó a ordenar, se encontraban varios dibujos de All Might —parece ser que les había llevado su mejor trabajo— algunas de All Might empequeñecido junto al gran tamaño de Katsuki, y otros muy diferentes al resto. Tomó los dibujos que le llamaron la atención y se sentó en la cama del pequeño.

En estos dibujos se encontraba Katsuki —o la figura de palitos que él representaba— con una capa roja en sus hombros. Pasaba las hojas y lo seguía encontrando, pero ahora junto a alguien más. Alguien que no reconocía. Tenía el tamaño de su hijo pero llevaba su pelo rojo peinado hacia arriba. Al contrario de sus otros dibujos, en este se esforzaba en hacerle la boca. Grandes dientes como de tiburón salían de allí. El desconocido aparecía en varios dibujos, en casi todos de hecho. En los que se notaba su falta, otro personaje ocupaba su lugar. Pero Masaru no lograba entender que representaba aquellas líneas. Era un gran círculo rojo como cuerpo, que supera por mucho el tamaño del cuerpo en dibujo de Katsuki. Luego, creía que era una cabeza muy larga y... seis piernas, con dos de ellas a su espalda.

Se acomoda las gafas, intentando entender qué era aquéllo. Relacionarlo a algo que conociera, igual que a la persona que lo acompañaba.

—¡Katsuki! —lo llama, siguiendo en su observación.

—¿Que pasa? —rápidamente entra el pequeño, con humo saliendo de sus manos. Detrás de él venía Mitsuki, con pequeñas quemaduras en su ropa y cuerpo.

—¿Qué es esto? —pregunta el mayor entregando el papel, Katsuki parpadea y lo observa tras un pequeño vistazo.

—¿No es obvio? ¡Un dragón! —rebusca en los papeles y saca un dibujo dónde se encuentra junto al desconocido pelirrojo— es él, —señala al personaje— se transforma en dragón.

Mitsuki se acerca unos pasos y se sienta junto a su esposo, observando los dibujos que hasta hace un par de minutos estaba viendo su pareja.

—¿Tu quien eres en esta historia? —pregunta Masaru, notando el interés de su hijo.

—El jinete de dragón —responde el pequeño como si fuera obvio.

—¿Este dragón es alguien que conozcamos? —vuelve a preguntar el hombre— ¿Un compañero?

Katsuki ríe y niega con la cabeza.

—No, es muy grande para ser mi compañero —Masaru enarca una ceja, no muy cómodo de que Katsuki conozca adultos fuera de su círculo.

—¿Cómo lo conoces Katsuki?

—En sueños —su padre suelta un gran suspiro de alivio, Mitsuki levanta la vista de los dibujos y la lleva interesada hasta su hijo.

—¿Cómo son estos sueños? —pregunta alargando los brazos para alzar a su hijo y apoyarlo en sus piernas.

—Yo también soy grande como él —pone un dedo en su mentón para pensar, luego su rostro se ilumina al recordar algo— ¡Tengo músculos grandes! Aunque no tanto como All Might.

Mitsuki sonríe y besa su frente.

—¿Cómo te llevas con esta persona? ¿Es un chico o una chica? —pregunta señalando el dibujo.

—Es un chico, muy masculino. En mis sueños lo repite todo el tiempo —Mitsuki comienza acariciar el suave brazo de su hijo, Masaru la observa sorprendido por la expresión de extrema calidez y emoción de su esposa.

—¿Qué piensas de él?

—Me cae mucho mejor que mis compañeros, se siente bien estar con él ¡Me gusta! —Mitsuki sonríe y deja otro beso sobre la frente de su hijo, este hace una mueca; alejando su rostro con una mano— ¿Que te pasa? ¡Estás muy babosa!

—Nada —dice para luego alzarlo y pasarlo a las piernas de su padre— ¿Me regalas uno de estos dibujos? —Señala los que hasta un momento estaba viendo. El niño afirma con la cabeza mientras la ve tomar uno, luego comparte el mismo rostro extrañado con su padre cuando la ven saliendo de la habitación limpiando sus ojos.