Las personas se sinceran en la ducha

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  Al llegar a Japón el grupo se dividió para descansar un poco, para que en la puedan unirse a ayudar a hacer algunas compras para la boda. Y así fue como Avdol y Polnareff terminaron compartiendo una ducha, ambos viéndose sin saber que decir, todo estaba demasiado tranquilo, tanto que incomodaba.

-Se supone que eres el primero en hacer algún comentario incómodo ante esta situación- sonrió Avdol dejando que sus hebras castañas cayeran en su rostro, no es que el platinado no dijera nada por no tener algo mente, sino que por el simple motivo de que estaba boquiabierto al ver a su amigo de esa forma, cambiaba completamente con ese cabello que era largo, extendiendose por los hombros. Polnareff sólo pensaba en la suerte que tendría la chica que se ganara el corazón de Avdol, a pesar de que se notaba a leguas que el moreno no quería ningún compromiso, disfrutaba de estar solo y en su soledad se hallaba feliz.

  Se quedó un rato más mirándolo hasta que prendió un cigarrillo, mirando en otra dirección, sintiendo ese cabello que siempre formaba ese extravagante cabello, ahora cayera lacio en sus hombros.

-Es la primera vez que te veo así-

-¿Cómo...?-

-Con el cabello sin fijador- una pequeña risa acompaño aquel comentario.

-Bueno, imagínate mi sorpresa al ver tu cabello sin pequeños rodetitos- rió de manera suave, terminando su cigarrillo dando la última calada, apagandolo en el cenicero para relajarse en la ducha, por fin satisfecho de escuchar la risa del moreno, cerro los ojos relajándose sintiendo a los pocos minutos pequeñas salpicaduras de agua en su cara, vio que Avdol hacía burbujas y con ayuda de Magician's Red lograba poner un fuego que no reventaba las burbujas, haciendo que bailaran bellos hilos rojizos. -Wow... -puso sus manos viendo que se reventaban y la salpicadura de los hilos hacía pequeños círculos en el agua jabonosa. -Que hermoso... Igual que tu sonrisa- dijo de manera inconsciente, estuvo unos segundos así percatandose de lo salido de sus labios, mirando de manera disimulada al moreno quién pareció no escucharlo, preso de su propia vergüenza se salió de la ducha tan rápido como pudo, escurriendose el agua de su cabello color platino, mientras se ponía de manera torpe una toalla en su estrecha cintura, se sentía avergonzado de estar desnudo frente a otro hombre y no entendía el porque, quizás solo era producto de lo que dijo, eso que pensó y se traslado a sus labios. 

  Llegó fuera del baño y respiraba algo agitado, sus propios latidos aturdían a sus oídos, sus mejillas rojas igual que sus orejas, camino como pudo para no tambalearse un poco mareado producto de haberse levantado demasiado abrupto, fue a una de las habitaciones y se sentó de manera pesada sobre la cama, frotándose el rostro, mientras Silver Chariot lo miraba de manera curiosa. A pesar de ser un reflejo de su alma, ese caballero a veces parecía tener consciencia propia y comprenderlo.

  Largo un suspiro profundo y golpeo la almohada para envolverse el pelo con una toalla y acostarse unos minutos así, desnudo, sintiendo una suave brisa provenir de afuera y relajar sus músculos, cansando sus párpados y dejándolo dormido, mientras pensaba que si se quedaba mucho tiempo así pillaría un lindo resfriado.

(...)

-Así que te parezco lindo ¿Eh? ¿Polnareff?- la sonrisa de Avdol no podía ser más grande, se alegraba de que aquel fránces fuera fácil de engañar, quizás ya era su hora también de salir de la ducha, mientras seguía repitiendo en bucle, en su cabeza, aquellas palabras dichas con tanta ternura salidos de unos labios que desearía besar algún día, y por qué no, con un beso francés.

***

Por fin otro capitulo, hasta que lo termine, esta inspiración es una perra, viene y se va al instante.

Atte: Eris.

Belleza FrancesaWhere stories live. Discover now