criminal love (Enamorada de un dulce irlandés) (CANCELADA)

capítulo 19

Narra Emily:

-Niall: Creo que si, se quien es, o eso creo. Es... es alguien de mi pasado, tendrás que confiar en mi hermosa, no podemos arriesgarnos. -Dijo con la mandíbula fuertemente apretada-

-Emily: ¿Niall, te das cuenta de la situación? Debemos ir a la policía! Esto no se centra completamente en ti, no todo el mundo gira a tu alrededor! Debes contarme quien es ese tío e ir los dos a la policía. -Creo que todo lo que dije debía decirlo, en estos casos debemos ser prudentes y avisar a la policía-

-Niall: ¡Carajo Emi, no podemos llamar a la poli! Yo ya tengo suficientes problemas con ellos, no es necesario crear más. -Dice acercandose peligrosamente a mi agitando los brazos en el aire-

-Emily: ¿Suficientes problemas? -Reí burlonamente- No es a ti a quién amenazaron. -Dije sin mirarlo a la cara tecleando el número de la policía.

-Cuando el teléfono empieza a sonar dando comienzo a la llamada con el "piiip piiip piiip" Niall coge fuertemente de mi muñeca y la aparta de mi oreja impidiendo poder hablar por el móbil-

-Emily: ¿N-Niall...q-que haces? -Tartamudeé asustada, jamás había visto a Niall así, sus ojos oscuros como la noche, su puño derecho apretado al lado de su cintura y con los nudillos completamente blancos. -Niall- Lo volví a llamar. Su fuerte agarre no disminuía, al contrario, solo hacía que aumentar y aumentar- Por favor... -intenté hacerlo reaccionar por última vez, mis muñecas estaban muy rojas-

-De pronto la cara de Niall se ve como si hubiera visto un fantasma, completamente blanca y los ojos muy abiertos. Su agarre al fin cesa y me mira como asustado-

-Niall: Emi... -Sus pálidos labios logran decir-

-Emily: N-no, no te acerques... -Dije dando un paso atrás mientras con la mano izquierda le iba dando caricias a mi muñeca derecha enrojecida-

-Niall: Emi, tu sabes que yo... yo no quise, hacerlo. -Intenta explicarse, pero ya es tarde. No necesito excusas para después de dañarme-

-Emily: Vete porfavor. -No me di cuenta de que estaba llorando hasta que pequeñas gotas calientes se deslizaron por mis levemente sonrojadas mejillas-

-Niall: No, no hasta que me dejes...

-Emily: Vete, porfavor no quiero verte. -Giré mi rostro para no ver el suyo que empezaba a desprender lágrimas tambien-

-Niall: Emi, no me hagas esto, tu no porfavor. -me rogaba- a ti no te dejaré marchar.

-lo miré sorprendida y analizando palabra por palabra-

-Niall: No a ti - Dijo de nuevo, esta vez cogiendo mi rostro con las dos manos y dandome un tierno beso. Con todas mis fuerzas traté de no seguirle el beso y giré mi rostro para que parara de besarme. Debía aprender que no todo se soluciona con un beso-

-Emily: Dejame porfavor, voy a llamar a seguridad, será mejor que te vayas- Le aviso mientras me alejo y me voy al otro lado de la habitación-

-Rápidamente saca un drapo del bolsillo de la chaqueta y se acerca a mi muy rápido. Me lo coloca en la boca impidiendome respirar y me susurra al oido mientras aun siento sus lágrimas caer por sus mejillas.-

-No a ti Emi, a ti no te dejaré marchar. -Dipositó un beso en mi mejilla y no sentí nada más-

Narra Niall:

-Con suerte, el efecto del cloroformo que le puse en el drapo que utilicé para dejar inconsciente a Emi duraría unas 12 horas aproximadamente. Menos mal que siempre llevo ese drapo para emergencias, no sea que alguien intente hacerme algo.

Cogí a Emi en brazos impidiendo que cayera al suelo al quedar inconsciente y la llevé a su cama, la acosté con mucho cuidado y suma delicadeza en ella para no dañarla, una vez allí pude apreciar su bello rostro, y su hermoso cabello al cual empecé a peinar con los dedos-

-cogí mi mobil de la mesita de al lado de la cama de Emi y llamé a Carlisle, es un buen amigo y ya hizo esto más de una vez. Si quería sacar a mi chica del hospital sin ser descubierto necesitaría un médico, y ¿quien mejor que él?

Mientras esperaba a que contestara su celular fui a cerrar la puerta con pestillo para que nadie pudiese entrar.

Al fin Carlisle contesto a la tercera llamada, le conte todo y me dijo que cuando pudiera vendría.

Pasados 20 minutos alguien llamó a la puerta.

Fui a ver quien era pero antes de abrir, pregunté:

-Niall: ¿Quien es?

-infermera: Dejame entrar, ¿quien te dio permiso para cerrar con pestillo? -Dijo la fastidiosa voz de la infermera-

-Niall: Emi está durmiendo, no creo que sea un buen momento- inventé muchas excusas, pero esta era la mejor-

-Carlisle: Está bien Theresa, puede retirarse. -Se escuchó la voz de mi amigo al otro lado de la puerta-

-enfermera: No debería darle tanta libertad a ese joven- oí que refunfuñaba mientras se largaba-

-Carlisle: Niall, soy yo, puedes abrir. -Dijo su tranquila voz-

Abrí la puerta y me encontré al médico de Emi esperando para entrar, me hice a un lado y cuando entró miré a ambos lados del pasillo para comprovar que no había nadie y finalmenté cerré-

(*****)

-Una media hora había pasado y Carlisle y yo al fin sabíamos como podíamos sacarla.

Él salió primero y volvió a los pocos segundos con una silla de ruedas en sus manos, yo cogí con sumo cuidado a Emi y la senté allí, verla tan frágil, tan... débil, me partía el corazón, pero si tenía que hacer eso para que se quedara conmigo,no lo dudaría y lo haría.

Los dos salimos con la silla de ruedas que llevaba Carlisle en dirección a la recepción, donde alli él fue a hablar con la recepcionista y nos dejaron salir sin problema alguno.

Nos cogimos un taxi (Emi y yo) ya que Carlisle no podía venir con nosotros por su trabajo. Realmente apreciaba el esfuerzo que ése hombre había echo durante mi vida para mantenerme sin problemas.

Cuando llegamos a nuestra casa, la acosté en la cama de su habitación, había dejado la silla de ruedas en la entrada y la había subido con los brazos.

Le di un dulce beso y le susurre unas bonitas palabras por si acaso me escuchaba:

-Te amo Emi, nunca te dejaré marchar. Que descanses bien mi pequeña.-

Dicho esto, besé su frente y apagué la luz de su pequeña lámpara. Al llegar a la puerta de su habitación, observé de nuevo a mi hermosa princesa y cerré finalmente la puerta con llave y con el menor ruido posible me alejé-