Belleza Francesa

Rumbo a Japón.

  Después de aquel complicado viaje a el Cairo donde casi les cuesta la vida a más de uno, nuestro grupo decidió tomar ruta a Japón, para poder tomarse un largo descanso ¿Por qué ir a Japón cuando pueden irse a sus países? Fácil, en unas semanas sería la boda del joven Jotaro Kujo, junto al otro adolescente, Kakyoin Noriaki.

***

-¡Qué manera más rara de proponer matrimonio Jotaro! ¿¡Quién lo hubiera pensado!? Un tipo tan amargo como tú estando con una cosita bonita como Noriaki- los comentarios de Polnareff a la orden del día en el avión rumbo a Japón, mientras que Noriaki contenía su novio y ahora prometido para que Star Platinum no le diera un puñetazo a la cara del albino y con ello rompiera el avión.

-Polnareff, tus comentarios están de más... A mí también me sorprendió, pero era de esperarse, estos dos mostraron interés desde que iniciamos el viaje, se gustaban demasiado- dijo feliz Avdol, cruzado de brazos recordando como fue aquello...

(***)

  Dio fue vencido y por fin el cuerpo que perteneció a Jhonatan Joestar descansaba en paz, la amenaza de "The World" ya no existía, y por si fuera poco, Jotaro podía detener el tiempo por 3 segundos.

  El panorama de los otros no era muy alentador; Avdol había pérdido sus brazos luego del ataque de Ice cool, Polnareff estaba terriblemente herido e Iggy... No creían que se salvaría, pero por suerte, gracias a la fundación Speedwagon, ahora necesitaba descansar un mes y estaría como nuevo, eso alegro al de peinado extravagante, su corazón se encontraba más tranquilo.

   Joseph también fue herido de gravedad y luego estaba... Noriaki, la pérdida de sangre fue demasiado para su cuerpo y estaba completamente inconsciente, su último suspiro se fue cuando le dio su mensaje a Joseph, dejando ir así sus anhelos, y entre ellos estaba, volver a decirle "Te amo" a Jotaro...

-¡Kakyoin! ¡Juro por Dios que si te mueres nunca te lo perdonaré!- era Jotaro, su voz tan demandante, en la oscuridad de su muerte podía escucharlo, también otras voces se hacían presentes en aquella oscuridad helada en que había caído, de repente, luz.

  Seis meses pasaron del accidente del pelirosa y aún no despertaba de su largo sueño, la fundación Speedwagon hizo todo lo posible reparando por completo los órganos del chico, rescatando y reemplazando todo aquello que ya estaba inrrecuperable.

  Todos los días, Jotaro iba al lado de Noriaki y sostenía su mano esperando que despertará y así poder golpearlo en la cara por hacerlo preocuparse tanto, gritarle enojado por siempre tenerlo al borde de la locura cuando su corazón tenía alguna recaída. Pero las esperanzas de que despertará eran casi nulas, aún así, el usuario de Star Platinum aguardo días y noches hasta que su amado dio una señal, sus ojos se abrieron mientras lo miraban a él, llorando de felicidad mientras sus labios repetían las mimas palabras; "estoy vivo... estoy vivo" y de los labios de Jotaro sólo brotaba el nombre de su amado, dejando ir unas pocas lágrimas de esos verdes ojos, arrodillandose a su lado abrazandolo, de manera insconciente unas pocas palabras brotaron de sus labios.

-Ahora serás mi esposo, por favor cásate conmigo kakyoin...- murmuro en ese momento de ciega felicidad, recibiendo un beso débil de Noriaki, quién sólo se soltó de sus cables tirándose a los brazos de su amado y en un futuro, esposo. 

(***)

 -Y así fue como me pidió que nos casaramos...- decía risueño Noriaki acurrucandose en el amplio pecho del moreno, mientras éste lo abrazaba por esa pequeña cintura que tenía, dándole caricias suaves y discretas.

-Su historia de amor igual es única, imaginense cuando tengas hijos, podrán contarles todo lo de Dio y como casi su madre se muere- pronuncio largando una risotada sintiendo un golpe en la frente por parte de Kakyoin ahora quién lo miraba molesto con un puchero, al ser el menor del grupo también se comportaba como tal, el de cabello extravagante sólo se frotó la herida causada por ello mientras seguía riendo, esta vez quedándose quieto en su asiento, sabía que lo próximo sería un golpe en su cara.

-¿Cuándo vas a cambiar Polnareff?- mencióno el de piel oscura largando una risotada mientras miraba al albino, quién en su mente, sólo pensaba lo atractivo que era el usuario de Magician's Red en aquel momento luego de 50 días de penurias.