Capitulo 90

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Are: Que te vayas!!-lo empujé hasta la puerta y la cerré en su cara.

No de nuevo...no con él! Deslicé mi espalda en la puerta, como muchas veces lo había hecho anteriormente mientras me hundía en un mar de lágrimas. Sentía los puños de Manuel golpear la puerta al mismo momento que pedía que la abriera para explicarme. Tapé mis odios con las manos, no quería oír nada, no quería saber nada...

A veces las personas solemos ser bastante tontas como para creernos todo lo que otras nos dicen sin imaginar que tras esas palabras se esconden mentiras tras mentiras. La burbuja de felicidad en la que había vivido por un tiempo se había reventado, ahora veía lo que otros habían querido decirme anteriormente y nunca había querido aceptar.

Los golpes cesaron, su voz también...al otro lado de la puerta ya no había nadie. Mi móvil comenzó a sonar, era él. Lo apagué y lo aventé lejos de mí.

Me fui a encerrar a mi habitación donde pude descargar toda la rabia que sentía en ese momento...no, no lo odiaba, pero me sentía bastante decepcionada como para enfrentarlo.

¿Dónde estaba Diego en estos momentos que lo necesitaba?

No sé cuánto tiempo más pasé llorando hasta que escuché la puerta de la entrada abrirse. De De seguro Diego había llegado...

Entró a mi habitación y se sentó al borde de la cama. No podía ver mi cara pues mi rostro estaba volteado y era mejor, estaba totalmente arruinada. Acarició mi cabello...no, no era Diego. Volteé para verlo.

Are: ¿Cómo has entrado?-sólo atiné a preguntar eso. Mi estomago se contrajo a causa de haber llorado. Limpié las lágrimas que quedaban en mi rostro.

Manuel: Sigo teniendo las llaves de esta casa...

No dije nada.

Manuel: Siento mucho que hayas tenido que pasar por esto pero enserio, debes escucharme.

Are: ¿Escuchar qué? Te besaste con ella!

Manuel: Es cierto, pero...

Are: No hay más que decir...

Quería golpearlo, gritarle a la cara cuanto lo detestaba en ese momento, pero también quería besarlo...decirle que lo amaba más que a nada...muchos sentimientos que se contradecían se acumulaban en mí...

Manuel: Ella me besó! Fue algo instantáneo, enseguida me quité. Te lo juro! Y es la primera vez en mi vida que juro.

Are: ¿Pretendes que te crea?

Manuel: Basta Arely-se levantó furioso y comenzó a gritar cada palabra-lo que te estoy diciendo es verdad! y depende de ti si me crees o no.

Are: No sé qué creerte-admití contradecida por lo que me acababa de decir y por las foto que había visto.

Cerró los ojos y tomó aire, luego lo exhaló.

Manuel: Me siento...decepcionado, se supone que nos tenemos confianza...

Are: ¿Ahora tú eres la víctima?-pregunté con ironía.

Manuel: Aquí no hay víctimas, sólo malos entendidos. Para empezar yo cometí un error al verme con ella y si recuerdas hasta te invité para que fuéramos juntos. Luego ella me comienza a hablar cosas sin sentido de que quiere volver conmigo, me besa, yo me quito...se arrepiente y me confiesa que alguien le ha pagado para que haga eso...

Se quedó callado, pensando.

Manuel: Ya sé quien fue! Maldita sea...

Salió de la habitación corriendo, escuché el abrir y cerrar de la puerta principal.

Lo que me había dicho me había confundido totalmente. No sabía que pensar en ese momento, ¿cómo que alguien le había pagado a la mujer por eso...?¿y él ya sabía quién había sido?

Odiaba no saber nada de lo que estaba pasando...entonces analicé las palabras que me había dicho Manuel no estaba más que en lo correcto. La confianza es de los principales factores que deben existir en una pareja...y yo confiaba en él. Pero el ver esa foto me hacia formular miles de preguntas que no tenían respuesta, más sin embargo; estaba segura que Manuel no me engañaría, porque él había dejado muchas cosas por mí...que tonta había sido al desconfiar de él! Fui por mi celular rápido y le marqué. Nada...marcaba fuera de servicio...era raro que lo tuviera ocupado, lo más probable era que estuviera hablando con las personas causantes de todo el problema.

Pasó un rato más y no llegaba...su móvil seguía sin servicio...comencé a desesperarme... en eso Diego llegó.

Are: Hola! Dónde estabas?

Diego: Arely, Manuel ha sufrido un accidente.

¿QUÉ? No podía ser...si acababa de hablar con él! Mi pecho se aceleró enseguida.

Diego: Pero no le ha pasado nada, sólo se ha lastimado un brazo.

Me relajé al instante.

Are: Llévame con él!

Llegamos al hospital. Manuel estaba sentado en una silla con la cabeza pegada a la pared y los ojos cerrados. A su lado una enfermera revisaba su brazo. También tenía un leve raspón en la cabeza que ya había sido tratado.

Are: Manuel!-corrí hacía él. No lo abracé porque quizá estaba más lastimado de lo que se veía.

Abrió los ojos y me sonrió.

Manuel: Me alegra que estés aquí, eso me está doliendo bastante-señaló su brazo, que tenía un feo corte, aunque no se miraba muy delicado-te necesito aquí.

Me senté del otro lado de la enfermera y tomé su mano sana.

Are: Mira cómo estás-una lágrima resbaló por mi mejilla al verlo ahí, tan inmune...sufriendo.

Manuel: No llores, no es para tanto.

Are: Tú que has sido el accidentado me estás consolando!-reí mientras me quitaba lágrima-pero dime, qué ha sucedido?

Manuel: Venía manejando y un carro se ha atravesado, la peor parte se la ha llevado mi bebé, pobre!:(

Are: Mejor que fue el carro y no tú.

Manuel: Lo sé...

Enfermera: Ha quedado listo, sólo necesitas comprar estos antibióticos y listo.

Le dio una receta.

Manuel: Y cree que pueda jugar el próximo partido? Será en dos semanas...

Enfermera: Lo más probable es que si, aunque debes tener mucho cuidado estos días con el brazo.

Are: No se preocupe, de eso me encargo yo.

La enferma se fue y nosotros pudimos irnos. -

Give me everything (ADAPTADA)(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora