"Que pequeña que es mi amor" me dijiste como un bebe dirigiéndote a mi cara otra vez, llenándome de tus besos torpes.

Después te escondiste en mi cuello donde dejaste pegados tus labios, presionándolos muchas veces por mi piel.

Te cogí la cara con una mano, levemente apretando tus mejillas y te llevé a mis labios otra vez. Tu de mientras me metiste dentro y cerraste la puerta con los ojos cerrados, besándome. Algunas cosas solo las podía sentir con los ojos cerrados, como la calidez de tus labios y lo suave que me besabas.

Me llevaste a tu habitación. Mimi y yo nos saludamos por educación, todo era tan tenso. Me llevaste el bolso lleno de ropa para este fin de semana y la otra mano en la mía.

"Me quedo pero tengo que entregar un boceto para el lunes, así que no me distraigas tanto Nat"

"Eso va ser difícil "

"Ya lo se, pero al menos estoy aquí ¿no?" te dije rodeando tu cintura y tus brazos pasaron por mi cuello. Te acercaste afirmando con la cabeza en mis labios. Terminaste dándome un beso que sonó.

"Estoy tan feliz de que estés aquí" dijiste sincera. Yo te sonreí y te abracé por un tiempo.

"Y yo"

"Por cierto hoy viene gente a la casa, pero si quieres nos quedamos dentro. Tu y yo solas ¿Qué te parece?" Me parecía perfecto.

Estábamos en la cama, yo con el cuaderno y el lápiz en la mano. Tu con la cabeza en mi barriga y el resto de tu cuerpo entre mis piernas. Tus manos por debajo de mi ropa acariciando mi piel, a veces te quedabas dormida, lo supe porque parabas de acariciarme. Pero a veces abrías los ojos y me mirabas sin decir nada, y yo tampoco, solo paraba un momento y te acariciaba la cara. Y tu me besabas ahí, levantando mi camiseta, era muy suave y yo notaba como expresabas tu amor con tus besos. Abrías tus labios en mi piel levemente para dejarlos ahí un tiempo. Tu boca era cálida y yo dejé lo que estaba haciendo para acariciarte el pelo y mirar fijamente lo que hacías con tu boca.

Me entrecortabas la respiración, hacías que mi boca se entreabriera. Que mis manos te apretaran con fuerza contra mi. Después terminas y me miras, me tranquilizabas con la mirada, te quería comer esa cara, eras tan preciosa. Contigo sobran las palabras. Subes por mi cuerpo mirándolo y te diriges a mis ojos. Nos vemos como si estuviéramos a punto de besarnos, pero yo te paro, con mi pulgar en tu boca. Tu me lo besaste sin parar.

"Si empezamos nunca vamos a terminar cariño" Necesitaba terminar el trabajo.

"Esto o yo" Dijiste con una sonrisa, sujetando mi mano que iba a coger el boceto y el lápiz. Yo te miré alzando las cejas.

"Tu" cuando escuchaste eso bajaste directamente tus labios hasta los míos, cogiste aire a la vez, acogiéndolos entre los tuyos en un movimiento pausado. Te cogí la cara con una mano atrayéndote más a mi y tu te acomodaste mejor encima de mi cuerpo. Me hiciste que me tumbara totalmente, tus codos apoyados en cada lado de mi cara.

Me succionas a veces con fuerza, a veces con tu delicadeza. Pasas tu lengua como quieres y yo te dejo que explores todo de mi. Me acaricias el pelo, mientras mueves tus labios a otro sitio sin despegarlos de mi piel, te vas a mi mandíbula y me muerdes, me besas con más intensidad. Meto mi mano por debajo de tu ropa, acaricio tu espalda.

"Ya esta Nat, tengo que terminarlo" dije con dificultad y tu me ignorabas, seguías con tus besos desesperados, no tenías un sitio concreto, solo lo hacías donde te llevaba tu descontrol. Llevaste tu mano hacia mi centro, por encima de la ropa me presionaste, me querías provocar para que no te parara. Solté una queja y tu lo hiciste más fuerte. Joder. Ya no había vuelta atrás.

Albalia | Lost When You're Not AroundWhere stories live. Discover now