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« Se mueren de ganas de ser el mejor comentario»

Maglie.

Trato de dormir en el sillón, estaba lloviendo a cántaros pero de igual manera mi mente no dejaba de maquinar los parciales que se me venían.

- ¿ Querés un te de tilo? - pregunta Ginebra - ¿ Posta qué querés que me vaya igual? Sabes que me puedo quedar.

- Anda boluda, mira si te vas a perder un garche por mí falta de responsabilidad en la facu - ella me tiró un trapo y yo rei.

Al rato tocan la puerta.

- ¿Vas vos? - le pregunto a Gine .

- Naaa anda vos - dijo acomodándose el pelo.

Me deja el té en la mesita que está al frente del sillón y se ajusta los zapatos mientras yo con mi pijama de bulldogs franceses voy a abrir la puerta.

Recibiendo así mismo a Valentín con Daniel.

Quiero cerrarle la puerta en la cara pero el apoya la mano y me mira directamente a los ojos.

- Basta de andar huyendo, hablemos - dijo sin más.

Me corrí para dejarlos pasar.

Daniel solo se quedó mirando a mi amiga, la cual saludo a Valentin para después irse a su pieza.

- ¿Querés algo para tomar, Dani? - le pregunto.

El me mira y niega para después despedirse con la excusa que su mamá lo iba a esperar para cenar.

Al mismo tiempo de que Ginebra se iba con Matías a bailar.

Miró a Valentín el cual está sentado en el comedor.

- ¿De qué querés hablar ? - pregunto.

- De lo que pasó en la bresh, Maglie - dice obvio- creo que estuvo mal de mi parte hacerte ese quilombo sabiendo que yo también hago lo mismo pero quiero cuidarte, lo sabes, vos sos todo para mí, el cable que me conecta a lo real.

Estábamos frente a frente.

Sus ojos brillaban, en un tono bellísimo, admirable.

Puso sus manos en mis mejillas y se acercó más a mi.

- Te amo - cerré mis ojos cuando sentí sus labios danzar con los míos.

Mis manos se posaron en su nuca queriendo más de el.

Queriendolo todo.

- Creo que ya estoy decidida - digo separandome.

- ¿Que? - pregunta el sin entender.

- Ya estoy lista para algo serio, para algo con vos - digo mirándolo.

Volvió a besarme para después terminar desnudos en el sillón, tapados con una frazada, regalo de mi tía, traída de Tucumán.

- ¿Ginebra a qué hora llega? - pregunta el abrazandome.

Estaba por contestarle pero la veo entrar acompañada.

Trato de taparme hasta la cabeza pero fue tarde.

- Perdón, perdon - dice está riendo - te mandé que venía, la puta madre Maglie.

Su acompañante le tapó los ojos mientras reían para después verlos subir a la habitación.

- ¿Será el día que se den cuenta que estaban destinados? - pregunta mi enamorado apoyando su cabeza entre mi cuello.

- Capaz - digo dándome vuelta.

Nos damos más besos para después vestirnos y acostarnos a dormir cómodos.

Couples ♥ Dani x WosWhere stories live. Discover now