En mi mente (puppenette) Fnafhs [EDITANDO]

Capítulo 3: Pelicula de terror

Narra Mai:

Al llegar la noche decidimos tener un maratón de películas de terror en la sala de nuestra casa hasta que tuviéramos que dormir para la escuela mañana. Yo no era tan fan de ese tipo de películas, incluso me llegaban a dar algo de miedo en las noches, yo tenía preferencias por las películas animadas de Disney, a diferencia de Puppet, a ella le encantaban este tipo de películas y yo simplemente no podía negarme a algo que me pidiera, así que aquí estamos...

Mi hermana está sentada a mi lado atenta a la pantalla de la televisión, yo por mi parte estaba abrazada a su brazo derecho ocultando me en el cada que salía una escena que me asustaba demasiado oyendo las risitas de Pupp cada que lo hacía.

—¿Asustada, linda? — la escuché decir luego de unos minutos con clara burla en su voz —

—N-No estoy asustada — negué ese hecho separandome de ella para cruzarme de brazos—

— Jeje ¡Tranquila, tu caballero de brillante armadura está aquí para salvarte de la temible vestía! — siguió burlándose colocando una mano en el pecho y subiendo cada vez más su ego—

—¿Y quién te salvará a ti de la princesa? — la empuje para que dejara de jugar e imitar ese acento medieval, que por cierto, le quedaba bastante mal—

—¿Y... Si no quiero que me salven? — volvió a incorporarse frotando su nuca sin perder su sonrisa burlona—

—Créeme, lo querrás — fue ahí que me fijé en la cara de Puppet, además de linda, tenía un moretón apenas visible en su frente a causa de que lo ocultaba su cabello ¿Eso estaba antes allí?

Me arrime un poquito más a ella para verlo mejor, era reciente... —¿Y eso? — De seguro se lo hizo esta mañana—

—¿Eh?... — fácilmente podía observar la confusión en su lindo rostro, así que para dejarlo claro, coloque la yema de mi dedo en el medio del moretón, sin presionarlo para evitar que le doliera el tacto. Al ver la realización en su cara, entendí que ya había notado de que hablaba — ¡A-aah eso! N-no es nada importante... — giró la cara evitando que siguiera tocándola ni tan siquiera verla—

—Déjame verlo — le tomé el rostro obligándola a que me mostrara el moretón, quitándole el mechón de cabello que caía a su frente que obstruía mi vista — fue de esta mañana, ¿cierto? ¿Cuando te caíste de la cama?—

—No quería preocuparte, Mai — expreso colocando su mano alrededor de la muñeca de mi mano que sostenía su cara—

—Debiste decírmelo, para eso estoy aquí. Para cuidarte, cabeza hueca — la miré divertida a los ojos sonriendole para que dejara su cara de regañada—

—Amm si, tienes razón... L-lo siento — a pesar de la poca iluminación de la sala, pude notar perfectamente el color rojizo que adquirieron de repente las mejillas de mi gemela bajo mi tacto, logrando que para mis ojos fuera aún más hermosa de  lo normal—

—Je... Te ves linda así — le dije tratando de que sonara a burla aunque lo que dijera era verdad—

—N-no se de que me hablas — noté como su rubor empezaba a expandirse más por su pálida cara, ahora sí me estaba dando gracia y ternura, así que cuando vio mi expresión apartó la mirada haciéndome reír por lo bajo — ¡T-tu eres por mucho la más l-linda aquí!—