CAPÍTULO 6

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—¿Qué es eso?

Intento mirar qué es lo que hay en la rama de ese árbol, pero está demasiado oscuro como para ver claramente, acerque la cara al frío vidrio y puse mis manos alrededor de mis rostro para tratar de ver mejor, entre cerré los ojos tratando de enfocar mejor mi vista pero es inútil.

Entonces se me ocurrió usar la linterna de mi celular, lo tome del pequeño mueble junto a mi cama y regrese a la ventana, encendí la linterna y la puse frente a mí, pero el cristal refleja la luz y solo puedo ver un destello.

—Demonios— dije fastidiada.

No tengo más opción que abrir la ventana, estire mi mano y tome la manija de la ventana, como la ventana se abre hacia dentro jale hacia mí, el viento frío me cubrió, trate de asomarme lo más que pude para ver lo que hay, y se me ocurrió tomar una fotografía, active la cámara de mi teléfono y encendí el flash, dispare hacia eso que me inquieta y por un segundo se ilumino aquel árbol.

Retrocedí un poco para poder ver la foto.

—Solo es un...

En la foto se puede ver un búho en la rama, con ojos grandes que me miran muy fijó, pero un gran escalofrío empezó a recorrer mi cuerpo mientras le pongo más atención a la foto, hice zoom a la imagen para comprobar que no es algún efecto de distorsión, pero no hay truco alguno, ese búho tiene dos cuernos retorcidos hacia atrás sobre su frente.

Levante la mirada de mi celular y mire de nuevo al bosque, me quede petrificada de miedo, y de pronto el búho salió de la oscuridad y voló hacia la ventana, pero antes de que llegara corrí a cerrarla, empuje la ventana rápido produciendo un gran ruido de choque, incluso el vidrio se estrelló un poco. El búho no alcanzo a entrar, desvió su vuelo hacia el techo, acto seguido se escuchó un gran estruendo en donde me imagino que aterrizo, incluso hizo que callera polvo y algunos escombros del techo, es como si algo hubiese caído sobre la casa, algo muy grande.

Después del estruendo empecé a escuchar pasos muy pesados, como si un oso estuviera sobre el techo, y una sola cosa vino a mi mente.

—La-la la bestia

No sé qué hacer, si entra a la casa estoy perdida, los pasos se mueven de un lado a otro, solo puedo seguir el sonido con la mirada, el rechinar de la madera es muy fuerte, y de pronto escuche un gruñido como el de un animal molesto. Lo único que se me ocurrió fue correr hacia un mueble y arrastrarlo hasta la puerta para atrancarla, seguramente no la detendrá pero no puedo hacer nada más. Solo miro el techo y me pregunto ¿Qué va a pasar?

Busque algo en la habitación para defenderme, y encontré la barra de metal que había encontrado antes, tome mi teléfono para llamar a alguien y pedir ayuda, la única persona en quien pienso es en Dina, apenas estoy tratando de llamarla cuando esa cosa empezó a arañar el techo, es obvio que quiere entrar, mis manos tiemblan y torpemente logro marcar a Dina, pero no me contesta, mis nervios no pueden estar más alterados.

La bestia paro de rascar el techo, y salto hacia el suelo, pude ver su sombra caer por la ventana, me acerque con cuidado a ver, sentí como mi corazón se acelera y mis piernas tiemblan, mire por la ventana pero no se ve más que una gran sombra entre la oscuridad, hasta que de un solo salto llego a mi ventana.

—¡Ahhhh!—caí sobre mi espalda del susto, un gran estruendo se escuchó cuando la bestia choco con el cristal, el cual quedo totalmente estrellado, extrañamente no se colapsó y evito que la bestia entrara.

Retrocedí y trate de quitar el mueble de la puerta, debo salir de aquí, lo arrastre completamente y salí, baje rápido las escaleras, tome un cuchillo y me encerré en el baño de abajo.

La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora