Ciudad del olvido

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Las calles recuerdan los valientes que perdieron la vida al recordar tus manos; desde el comienzo recuerdo mi nombre, hasta la ciudad del olvido.

En tus pensamientos no soy yo la razón, en los tristes arboles que recuerdan las veces que jugaron con ellos a quererlos.
De mí, nada pasa si no te pienso, largo meses queriéndote, a veces tan cerca y tan lejos. Los reyes no crecen, sino se inventan en el crepúsculo, las ciudades son utopías creadas por humanos.

El pensamiento es la costumbre de los filósofos, mis escritos son libres. Llevo rato escribiendo lo cerca que esta mi muerte mas nadie comprende que te busco a ti.
Sus ojos imitan a los astros en la tierra y en el oasis sus labios son mi religión.

Numen A Mis AmadasWhere stories live. Discover now