Ganas

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Hoy, no me inspira hablar de la vida.
En la mañana vi una de esas mujeres que te dejan sin reloj, sin psique, sin muerte.

Ni ganas me quedan de hablar de los astros.
Ni hablar de la lluvia y el cielo.
Ni hablar de otras mujeres.
Ni hablar de la naturaleza.
No me quedan ganas de hablar ni del alcohol y los cigarros que tanto me matan y aman.
Sólo me quedan las ganas de admirarla a ella.
Sí, sólo a ella.

Sus ojos me hacen imaginarme lo perfecto que era el Edén, su sonrisa es más contradictoria que la religión y la ciencia, y todo de ella me ha condenado a ella, que locura más cruel pero sin fin y sólo con ella.

Numen A Mis AmadasWhere stories live. Discover now