"Creía que había actividad paranormal en mi casa, las cosas se movian de su lugar, escuchaba pasos, susurros, me sentía incomoda en mi propia casa, sentía continuamente una mirada, pero nadie me observaba, las voces parecían ser de chicos, pero no e...
La profesora McGonagall me había dicho que ella junto a Madame Pomfrey me irian a buscar a la sala común de Gryffindor a las doce en punto, sus pasos comenzaron a retumbar por toda la sala, lo que significaba que había llegado la hora, me levante del sofa un tanto nerviosa, me voltee encontrandome con ellas dos, ambas me miraban preocupadas, pero para que me sienta mejor, escondían su preocupación tras una sonrisa tierna. -¿Lista?.-hice una mueca ante la pregunta de Minerva. -No...-susurre. -Vamos...-Me sonrió Pomfrey mientras me hacía un ademan con las manos para que comience a camimar. Asentí con temor.
-Hasta aquí llegamos, suerte.- -Gracias profesora.-ella se me acerco y beso mi frente con ternura. -Te juro que me quedaría, pero no me lo tienen permitido.-acarició mi mejilla. -No se preocupe, Minnie.-ella me sonrió y junto a Madame Pomfrey desapareció de mi vista, suspire pesadamente mientras me adentraba al pequeño tunel que me llavaba a la casa de los gritos. Al llegar subí hacía el segundo piso y me sente en la cama. Mas o menos a los 15 minutos se comenzaron a escuchar pasos, mire hacía la puerta, esta se abrió mostrandome a Lily, James, Peter, Remus, Soria, Marline y Sirius. -Llegamos.-Me sonrió Lily. -Tranquila, estamos aquí para ti.- -¿Cuanto falta para las doce y media?.-le pregunte a Remus. -10 minutos.-asentí nerviosa. -Gracias.- -De nada...- -Tengo un chiste, tengo un chiste.-hablo James sonriendo-.¿Que diferencia hay entre un tren y una torta?.-preguntó James riendose, negue con la cebeza mientras dibuja una amplia sonrisa-.Que el tren tiene locomotora.- -¡Y la torta melacomotoda.-Las carcajadas inundaron a la habitacion por la interrupción de mi novio. -Me arruinaste el chiste.-Potter lo fulmino con la mirada.
A traves de la ventana, la luz de la luna, la cual se encontraba en la fase de cuarto creciente, iluminaron todo mi rostro.
~Sirius~ La luz de la luna, la cual estaba por la mitad (no se si se entiende), se toparón con el rostro de Ambar, quien inmediatamente se quedo paralizada, y luego de mas o menos unos 2 minutos, reacciono. Cayo al suelo, retorciendose de dolor, los gritos desgarradores se escuchaban por todos lados, ¡Crack, crack, crack!, el ruido de sus huesos romperse invadieron a mis oídos, sus brazos se doblaron, sus costillas sonaban terriblemente, y comenzo a ponerse en distintas posiciones.
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(Algo así) Sus ojos se volvieron de un color amarillento y de su cabeza surgieron un par de orejas, abrió la boca, mostrandonos sus colmillos, los cuales ahora median aproximadamente cuatro centimetros. Luego de 15 minutos, la habitación quedo en silencio, los gritos habían cesado, pero se comenzaron a escuchar gruñidos. -Grr.-Ambar se acercaba a nosotros, arrastrandose por el suelo. -Ambar, cariño, soy yo, Sirius, tu novio.-había leído que si le hablabas te podría reconocer. -Acerca tu mano, tal vez reconozca tu olor.-sugerió Evans, asentí mientras me acercaba. -Amor.-acerque mi mano a su rostro, ella lo olfateo y me miro, me puse de cuclillas en frente suyo, sus garras rompieron mi remera, mostrando parte de mi torso, acerco su boca a mi cara y saco su lengua, y con esta se dispuso a lamer mi mejilla tiernamente, sonreí ante eso. Peter se le acerco bruscamente y por el miedo la abofeteo, Ambar le mostro sus colmillos y salió de la casa. -¡Eres un Idiota!, ¡La vuelves a tocar y te golpeo!.-salí tras ella. Una vez fuera, junto a los demas observamos como se adentraba al bosque y aullaba.
[...] Comenzo a amanecer, los chicos se habían quedado dormidos, todos menos Remus, James y yo. Me encontraba cubriendo con una manta el cuerpo desnudo de Ambar. -Fijate en el bolso, traje ropa para ella.-le dije a James, quien buscaba lo que le había pedido. -Aquí esta, toma.-le agradecí con un asentimiento de cabeza, Lupin y James se voltearon mientras yo me limitaba a cambiarla, ella esta desmayada, con una ceja partida y algunos rasguños por su rostro, una vez lista decidí tomarla entre mis brazos. -Pueden voltearse.-ambos hicieron caso-. Debemos ir a la enfermería.- Asintieron.
~Ambar~ Fruncí el ceño mientras abria los ojos, me dolia todo el cuerpo, sentía mis huesos rotos, me encontraba en la enfermería, con mis amigos rodeando la camilla. -¿Como estas?.-me preguntaron todos al mismo tiempo. -Siento que mis huesos se siguen rompiendo.-hice una nueca por el dolor. -cariño, despertaste, ten, tomate esto, te ayudará.-Madame Pomfrey me tomo por la nuca y sin previo aviso, metió el pico de la botella, la cual tenía una pocion, obligandome a tragarla-.toma, esto te ayudara tambien.-me dio un chocolate. -Que asco.-me queje mientras tragaba la pocion.
