capitulo 2

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Me encontraba leyendo uno de mis libros favoritos, por tercera vez, "50 sombras de Grey".
-¿Podrías salir del libro?, por lo menos cinco minutos.-le pregunte a la nada mientras reía.
Estaba tan concentrada en mi lectura, que no me había dado cuenta que una silla se encontraba frente a mi, la mire atentamente, pero sin tomarle importancia decidí seguir con la lectura.
Justo cuando iba a cambiar de pagina, alguien o algo me manotea el libro, haciendo que este caíga.
Chille tirandome hacía atras, mire la silla e intente correrla con un pie, pero pesaba demasiado, ademas que necesitaba acercarme, era algo corta de estatura.
Decidí dejar ese tema de lado y escuchar algo de musica, la puse a todo volumen y comence a bailar en la habitacion, no se me hacía nada mal, debido a que desde los 3 años hasta los 14 había asistido a una escuela de danza.
Bailar era mi vida, la musica tambien, la mayoría de tareas las hacía con musica de fondo, me concentraba mas si tarareaba una cancion y meneaba o la cabeza o una parte del cuerpo, y sino en conjunto.
Me estremecí al sentir una mano en mi cintura, gire asustada, otra vez no había nada ni nadie mas que yo.
Me mire en el espejo de cuerpo completo mientras tomaba un labial rojo, me acerque a este y comence a pintar mis labios rosas con ese color tan intenso, sinceramente, no me quedaba mal, de hecho me veía bien, mis ojos pardos observaron toda la habitacion a través del espejo, el libro ya no estaba en la mesa, como lo había dejado, sino que se encontraba en una punta de la cama, suspire y camine hacía el, lo tome y lo coloque en la biblioteca, donde debía estar.
Me doy la vuelta, pero la acción no fue realizada como quería, choque con el aire (Suena raro, pero es algo de sarcasmo, para no decir fantasma, no se si se entiende)y caí al suelo, cerre los ojos ante el impacto, no tuve el mas leve efecto de dolor, ni lo sentí, lo que si sentí fue terror,un profundo miedo y curiosidad por saber con que o aún peor, con quien choque, levante la mirada, nada, otra vez, rode los ojos, ya me estaba cansando, no me gustaba en lo mas minimo que aquel "fantasma" me vea la cara de idiota.
Suspire frustrada y me levante de mala gana.
Camine hasta mi cama y me sente, tome unas galletas con chispas que me había dejado Amanda, sentí como la cama se hundía a mi derecha, suspire y estire mi brazo, aquel donde se encontraba el plato con las galletas, el "fantasma" tomo cuatro, vaya que tenía hambre.
-¿Estas aquí?.-pregunte mirando a quien sabe donde.
"¿le decimos?", "callate", "Yo le diría", "Me asusta", "¿Como te asusta una enana así?", al parecer no era uno solo.
-Estamos aquí.-Grite como si no hubiera un mañana.
-Lo siento.-me disculpe cuando me calme.
-Descuída.-
-¿Hace cuanto estan aquí?.-
-No estamos aquí siempre, mayormente estamos en Hogwarts, pero cuando salimos de clases venimos aquí.-
-Idiota.-hablaron a coro.
-¿Hogwarts?, ¿la escuela de magia y hechicería?.-
-¿La conoces?.-
-¡Pero claro!, mis abuelos me hablaban de aquel colegio, pero pense que no existia, que era solo parte de un cuento para que me vaya a dormir.-
-Hogwarts existe.-
-¿Cuantos son?.-
-somos cuatro.-
-Canuto.-una voz elegante y seductora llamo completamente mi atencion.
-Cornamenta.-
-Lunatico.-
-colagusano.-
-Ambar.-sonreí, aúnque yo no los viera, sabía que ellos a mi si.
-Lindo nombre.-no reconocí la voz.
-Ambar, cariño, ¿Con quien hablas?.-pregunto amanda, quien se asomaba por la puerta.
-Mmmh, con nadie, estaba cantando, o más bien, tarareando.-
-Ahh, bueno, si necesitas algo, llamame.-la mucama desaparecio, cerrando la puerta tras ella.
-¿Es tu madre?.-
-Es una empleada.-suspire-.dentro de un rato vendra mamá...-
No pude continuar con la oracion porque alguien me llamaba desde el piso de abajo.
Baje las escaleras apresurada, eran demasiadas, cuando toque el primer piso, camine tranquila hasta la sala, allí se encontraba mi madre, descansando en el sofa color escarlata, suspire, era irritante.
-Llegas tarde.-hablo sin mirarme, su atencion estaba en sus uñas.
-Tu tambien llegas tarde.-la diferencia era que yo si la miraba.
-No me faltes el respeto, no entiendo, intente de todo para que seas como tu hermana menor, pero mada funciona, nada, sigues siendo la misma deshonra.-
Le arquee una ceja.
-Pues me hubieras puesto en un horfanato.-
-Lo pense, pero no lo hice.-
-Wow, cuanto amor, ¿Eso significa que en algun momento pensaste en mi?.-
Ella solto una carcajada y por fin poso sus ojos marrones en los mios, mi madre tenía 40 años, era hermosa, pero su caracter la arruinaba.
-Siempre pienso en ti.-me sonrio y se me acerco, tomo un mechon de mi cabello, este era lacio arriba con bucles abajo-.Solo quiero lo mejor para mi hija, en algun momento me lo vas a agradecer.-
Desaparecio subiendo las escaleras, rode los ojos, mire mi cabello castaño claro.
-¿Estas bien?.-pregunto el fantasma, asentí, obviamente mentí, estaba cansada de los maltratos de mi madre-.Mi madre es peor, tranquila.-
Suspire, no nos pareciamos en nada, ella era pelirroja con muchos rizos, blanca como la nieve, ojos azules y muy alta.
Yo era bajita, castaña clara, blanca pero no tanto, mi cabello era lacio arriba con bucles abajo, mis ojos eran pardos.
A veces pensaba que era adoptada, mi hermana era un calco de mi madre, yo era distinta, en todos los sentidos.



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L.P.D.S💚

Inefable.(Sirius Black). La Maldición Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora