capítulo veintinueve

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Advertencia;

Intenté mejorar esta cosa, pero no se puede, mi smut es un asco y como dice mi abuela: "si uno nace feo pues se muere feo".

Espero les guste;;

Sus manos suben y bajan por los apetitosos muslos degustando la vista que puede ofrecerse desde ese ángulo. YoonGi se ve tan jodidamente hermoso de esa manera, manchado, sucio, impuro, lleno de semen y sangre; verlo de esa manera solo hace que sus oscuros deseos aumenten en demasía.

Efectivamente, JiMin era un maldito enfermo. Eso lo tenía más que claro, disfrutaba ver sufrir a los demás a costa de obtener su propio placer, aceptaba que había algo mal con él. Lo hacía en voz alta y con mucho orgullo.

—Tan lindo. Tan hermoso. Y tan mío —. Canturrea con voz grave mientras continuaba en lo suyo. Los lloriqueos de Min haciéndose más agudos y constantes— Oh, hyung, ¿estás asustado?

El peliazul asintió frenéticamente cerrando los ojos con fuerza queriendo desaparecer de ese lugar.

Corre.

¿De qué le servía correr en una situación así? Estaba atado a JiMin. De una manera casi inhumana, como si a pesar de lo tóxico que era seguía allí. Como si no le importara en lo más mínimo hundirse entre tanta negatividad.

Como la nicotina, heroína, morfina.

Adictivo, recorriendo sus venas, de arriba hacia abajo calentando su piel y llevando corrientes de placer a todo su cuerpo. Quitó las ataduras para poder encontrar una óptima posición.

Una idea fugaz pasó por su mente.

—Hyung, eres tan bonito, ¿por qué no te pones como a mi me gusta verte? —. Ordenó cual amo a su perro. Porque era tan gratificante la sensación de saber que tenía las riendas de la situación.

Las lágrimas cayeron por sus mejillas, y se ubicó frente al menor, apoyado ligeramente en la silla y encorvando la espalda dejando una preciosa vista de su contraído agujero. Algo dolió en el corazón del menor ante esa imagen.

Quizá pudieron haber pasado muchas cosas pero donde ardió fuego cenizas quedan, entonces, hipotéticamente JiMin aún tenía sentimientos por YoonGi.

Efectivamente lo amaba. Después de todo, era la única persona que –a pesar de que no lo trató tan bien– estuvo a su lado cuando lo necesitó.
Pero toda misericordia abandona su ser cuando los comentarios regresaron a su cabeza.

"Eres tan cobarde y débil, siempre viviendo bajo mi sombra JiMin. Me das asco y pena"

"Deberías verte en un espejo, ¿quién podría quererte de esa manera, Park?"

"Puta. Eso es lo que eres y siempre serás una zorra"

"Yo no te amo, y lo sabes, porque vamos, ¿quién se enamoraría de alguien como tú? Das pena, tanta que a veces me pregunto porque sigo contigo"

Adiós a la pena.

YoonGi lo había lastimado de una manera tan cruel y eso le jodía en sobremanera porque haga lo que haga, el pasado estaría allí listo para atormentarlo. Entonces, sin pensarlo una sola vez bajó sus prendas inferiores y meció su cadera hacia adelante adentrándose en la calidez abrumadora del mayor.

look what you made me do ❀ jimsuWhere stories live. Discover now