La noche era hermosa, luz de la luna llena inundaba su habitación en lo que el cantaba melodiosamente para su cachorrito, quién se movía feliz.
Observó su anillo de bodas, aún lo conservaba a pesar de que Yoongi le dijo adiós y él no pudo siquiera contarle de su estado. Se sentía tan débil y sin carácter por no poder detenerlo.
Su omega se encontraba recostado sobre sus patas, tratando de comunicarse con su alfa, pero las respuestas nunca llegaban.
Su marca de acoplamiento comenzaba a arder, se removió incómodo al sentir más dolor que de costumbre y se puso en pie con lentitud para llegar al baño para poder refrescarse. Pero no lo logró por el fuerte mareo que lo atormentó.
Y sucedió.
El lazo había sido roto, su marca comenzaba a sangrar y su omega aullaba desesperado.
Jimin cayó al suelo aturdido y débil, no sentía a su alfa, no percibía nada del otro lado.
Gritó desgarradoramente, retorciéndose de dolor en el suelo por el agudo ardor en su cuello y corazón, su hijo se movía tanto que le llegaba a dar náuseas.
Golpeó tantas veces el suelo hasta lastimarse la mano, su omega no paraba de aullar buscando ayuda, sentía que su lado humano se estaba debilitando y él comenzaba a entristecer. Se sentía tan solo sin su compañero.
Yoongi había marcado a un omega, ese precioso chico de cabellos negros que lo cautivó apenas le vió.
Su alfa no dejaba de gruñirle, el pecho no dejaba de dolerle. El nudo aún no pasaba y el joven bajo suyo le acarició la mejilla, preocupado.
- Amor, siento tristeza de tu alfa, ¿está todo bien?
- Sí -respondió desganado- Solo está triste por haber roto el lazo con su antiguo compañero, pero no te preocupes, ahora tú eres mi omega, mi compañero.
- Por eso te lo digo, mi omega siente el rechazo por tu alfa -mordió su labio- Llegaste con su olor y otro más dulce, mi lobo se puso en alerta.
- ¿Olor más dulce? -frunció el ceño.
- Yoongi, hueles a Jimin y... -hizo una pausa- A un cachorro.
El alfa de Yoongi rugió molesto, lo sabía. Ese olor dulce que emanaba su omega era extraño y le hacía volver a casa.
Yoongi con una mano cubrió su cara e hizo memoria de ese día en que fue por sus cosas, toda la casa tenía el exquisito olor a Jimin y el más dulce.
Pero, si estaba embarazado ¿por qué no se lo dijo?
- Yoonie, hey, lo siento por decirlo justo cuando me estás anudando pero... mi lobo chillaba al sentir esos olores cada vez que volvías de esa casa -el menor le miró- Sentí ese mismo olor cuando mi hermana se embarazó y... -su voz se rompió- No quiero que me dejes, no cuando ya te puedo tener a mi lado.
- Taehyung, mírame -tomó su rostro entre sus manos- No me iré de tu lado, ahora eres mi omega, seremos compañeros hasta la eternidad. Aún cuando Jimin esté preñado, no te dejaré, ¿bien?
