Capitulo 9

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Motoki se dirigió a su oficina y se sentó en su escritorio mientras comenzaba a trabajar en los formularios de pedido de los artículos para la sala de juegos y ahora el nuevo café que habían construido, mientras pensaban en Taro. 

Motoki odiaba admitir que extrañaba a su amigo. Se habían acercado tanto y tenían mucho en común después de haberse conocido e incluso habían sido amantes varias veces desde que Taro quería serlo.

Motoki supo después de que Taro fue expulsado, Taro lo había usado para obtener información sobre Mamoru. 

Motoki se sentía como un tonto ahora que tenía mucho tiempo para pensar cómo era Taro y cómo actuaba con él. Todavía hasta ese día se sentía mal por no creer a Mamoru a quien conocía desde hacía mucho tiempo.

Motoki había dejado que las dulces maneras de hablar de Taro lo engañaran y hasta ese día, se comprometió a no dejar que Taro vuelva a tomar la delantera si Taro iba a volver a acercarse a él. 

Motoki sabía que un día pronto volvería a ver a Taro Darmoo en el área ya que Taro tenía veintiún años y tendría su propio dinero que era de fondo fiduciario y no tendría que hacer más lo que su abuelo dijo.

Motoki negó con la cabeza para aclararse,  luego pensó que Usagi y Mamoru sabían que los dos se estaban acercando y que no podía esperar a que llegara la invitación de la boda. 

Motoki se preguntó si Mamoru aparecería más tarde esa noche en el lugar con los dos muchachos desde el viernes. Pero Mamoru no volvió a aparecer esa noche ni ningún otro con los muchachos para pasar el rato ya que Mamoru comenzó a quedarse para vigilar a Usagi y su hermano pequeño otra vez en la noche después de haberse cansado de algunas de las chicas que Kunzite y Zoisite trataban, coqueteaba con él en las fiestas que asistia,  hasta el punto de que Mamoru no estaba cómodo en la misma habitación que ellos.

Estaba cansado de que los muchachos trataran de presionarlo para que se acostara con esas chicas, así que se mantuvo alejado. Era casi su décimo octavo cumpleaños y como Mamoru se había enterado de que solo le faltaban unos cuantos exámenes más y terminaría la escuela, estudió aún más. 

Mamoru no se lo contó a nadie más que a su abuelo, quien le dio el apoyo que necesitaba e incluso firmó los papeles de la escuela como su tutor. Mamoru no podía esperar para sorprender a sus padres y a Usagi sabiendo que ella estaría orgullosa de él.

Una noche, Mamoru se acercó a Usagi con sus padres, se sentó y estudió en la cocina sabiendo que las siguientes pruebas eran las más difíciles, ya que sus padres se quedaron para la cena a la que debían asistir.

Mamoru comió su cena mientras leía, sabiendo que Usagi estaba sentada cerca de él esperando que su hermano terminara de comer su propia cena ya que ella ya había terminado. 

Después de que el niño hubo terminado, Usagi lo dejó ir a jugar con sus juguetes mientras ella comenzaba a juntar los platos de la cena. Usagi caminó hacia Mamoru y mientras alcanzaba su plato vacío, su pecho le frotó el brazo. 

Mamoru dejó su libro que estaba estudiando y observó cómo Usagi caminaba hacia el fregadero y lavaba los pocos platos que había allí.

Cuando Usagi terminó salió de la habitación sin darse cuenta de que Mamoru la observaba cada movimiento. Usagi recuperó a su hermano y lo llevó al baño para darle su baño.

Poco después apareció Mamoru diciéndole que había recibido una llamada telefónica. Usagi salió del baño mientras Mamoru se quedaba y terminaba de bañar a su hermano.

 Usagi apareció de nuevo, se llevó a su hermano a su habitación y lo preparó para irse a la cama antes de que se durmiera, sonriendo mientras el niño pequeño se dormía. 

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