¿Por qué caen lágrimas? ¿Porqué mi corazón está destrozado? No tiene sentido, las despedidas son momentáneas; no debí haber llorado, no debí haber sido destrozado.
Solto un gran suspiro, miro de nuevo la botella vacía de whisky, había terminado con la última gota de esta. No sabía por cuál de todas las razones estaba aquí, mirando la gran luna al otro lado de la ventana de su habitación. Todo termino de una manera tan cruel, sus palabras llenas de odio hacia él, tanto despreció en ellas; habían pasado meses y el seguía de la misma manera. Incluso se cerró al amor, no creía en cualquier palabra de cariño hacia el, era una basura, nadie podía quererlo, solo ella y se fue. Lo único que quería era que lo quisiera como él a ella, pero jamás fue así, solo recibió desprecios y malos tratos.
Todos decían que ella no era buena mujer para el, que él tenía un gran corazón, que se lo diera a alguien que de verdad se lo mereciera, pero él no hacía caso, ella y sus palabras dulces lo cegaron, como un veneno, el cual no pudo resistir, un veneno dulce que a él le encantaba, no podía perderla, sin importar que perdiera incluso el camino hacia su sueño de ser un gran cantante, el cual se estaba cumpliendo, demasiada fama, premios, fans; no le importaba ni en lo más mínimo tirarlo a la basura por esa mujer.
A todos les mentía, diciendo que todo sobre esa persona no le afectaba ni un poco, le deseaba inclusive el peor mal, todo el daño que le hizo, rogaba porque ella sufriera, llorara como él lo hizo, que sepa que es el dolor de amar; ilusionarse fue su peor error y ahora se arrepiente de cada cosa, todo lo que dijo, las lágrimas que derramó, sus sentimientos fueron los más puros que pudo demostrar a alguien que no merecía ningún tipo de cariño.
¿Acaso no fue suficiente? ¿Todo lo que le dio? ¿Lo que le demostró? ¿Todo fue un juego?, Debío saberlo desde un principio, así podrían haber jugado los dos. Tanto tiempo estuvo tratando de resistir los sentimientos, todo, pero fue inútil, sus palabras de consuelo, de ayuda hacia la depresión y infelicidad de él, no hicieron más que solo la amará más. Todo comenzó bien, pero..., ¿Porqué se alejó? ¿Porqué nunca tuvo tiempo para el? ¿En serio era tan poca cosa para alguien?, La había conocido en la peor depresión, hizo que se volviera dependiente su felicidad solo a ella.
Jamás iba a olvidar sus crueles palabras. Donde se conocieron, al lugar donde siempre iban juntos, el cual aquella noche se convirtió en el último.
«No quiero que te me acerques, no quiero saber nada de ti, mucho menos tener algún tipo de relación contigo —lo miró con desprecio—. Jamás te quise y encontré a alguien mucho mejor que tú Yoongi»
Todo fue un maldito juego.
—¡MALDITA SEA! —grito con rabia lanzando la botella contra la pared—. ¿Mejor que yo? Soy un puto ídolo perra —escupio las palabras con odió.
En la habitación resonó cada cristal de aquella botella hecha añicos por él, no le importaba, que nadie escuchará lo que sufria por esa mujer. Sus amigos eran los más afectados, no era de su agrado que Min Yoon Gi sufriera; escucharon el gran ruido de algo rompiéndose, el menor del grupo corrió a mirar que pasaba, encontrándose con una escena triste para el, era como un hermano para el, mirarlo sufrir por amor le partía el alma a el también.
—Hyung —Jungkook abrió un poco la puerta de la habitación de Yoongi.
—¡LARGO! —grito haciendo que el menor cerrará rápidamente la puerta.
Se había arrepentido de haberle gritado a su hermano menor, pero no quería que lo mirará sufrir, mucho menos por una mujer, debería ser un buen ejemplo para el menor.
Se acostó boca arriba en la fría cama, pensó en cada momento, prometió que estaba vez sería la última vez que pensaría en ella, que lloraría y estaría mal por esa chica. La cual no supo corresponder un amor sincero. Comenzó a llorar, jurando que sería también la última vez que lo haría, no merecía nada, ni una lágrima.
«¿Por qué caen lágrimas? ¿Porqué mi corazón está destrozado? No tiene sentido, las despedidas son momentáneas; no debí haber llorado, no debí haber sido destrozado», pensó.
Esa noche el pelinegro quemó todo lo que le recordaba a ella, prometiendo que se volvería a enamorar, que amaría con más fuerza a la siguiente persona que se lo mereciera, su corazón no se abriría fácilmente, pero no estaba cerrado a la idea de amar, sería otra persona, la persona que fue antes de conocerla. Una persona feliz a su manera.
—Pero mientras eso pasa —susurro—, eres mi lágrima.
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Es mi primer historia corta, espero les haya gustado^^, si es así síganme pronto publicaré más.
