June

13.3K 1K 46
                                    

(Parker's Pov)

—Tenemos menos de veinte minutos para regresar. —Dice June casi mordiéndose las uñas.

—Cállate, Robbin, no necesito que me lo digas. —Respondo hastiado.

—Y yo no necesito que sigas finjiendo. —Se cruza de brazos sobre el pecho parándose frente a mi.

Frunzo el ceño y trato de evadirla caminando por un lado de ella.

—¿De qué hablas?

—Ya sé que sabes mi nombre. —Suelta sin voltearse.— Lo sabes todo.

—No tengo nada que decir de eso. —Trato de dejar esa conversación que ahora no es momento.

—Si tienes, te conozco y...

—No me conoces. —La corto pero me ignora y termina su frase.

—Y te aprecio.

Pasan unos segundos en los que creo haber escuchado mal.

—No lo haces.

—Claro que si. —Solo hasta entonces se vuelve para verme a la cara. —¿Crees que si no te apreciara te hubiera dejado que me vieras derrumbada? Nunca en mi vida he confiado en alguien que no sea mi madre o yo. Nadie nunca me dio motivos para hacerlo, excepto ustedes.

—No confías en nosotros. — busco sus ojos pero apenas digo eso ella los aparta. —¿Porqué? ¿Porqué no confiaste en nosotros?

—¿Me dieron oportunidad para hacerlo alguna vez? —Vuelve a encararme fría y seria. Esta vez no tengo palabras por lo que ella continua. —Desde mi punto de vista ustedes siempre me odiaron desde que llegue, en especial tu.

—Ellos no te odiaron. Al contrario, te amaron y por eso te odie. —Bajo la cabeza avergonzado de lo que estoy a punto de decir.— Ellos fueron mi única familia y tu me la arrebataste.

—No lo son. —Vuelvo a levantar la cabeza. —El general James es tu padrastro.

No puedo evitar abrir los ojos más de lo debido mientras que ella me dedica una sonrisa ladina.

—No soy tonta y definitivamente soy curiosa. Igual que tu.

—Revisaste los archivos. —Susurro para mi.

La sonrisa de June se ensancha más. Se acerca a tal punto de quedar nuestros labios rozando.

—Soy June Mills. Casi abusada por un ladrón que si violó a mi madre, la policía llegó antes. Y tu eres Parker D'trok, tu padre falleció en un accidente de auto y tu madre se volvió a casar con el general. Cáncer. Desde los cinco estuviste aquí. —Recita. —Ahora nos conocemos.

Quedamos callados. La calle empieza a hacerse algo solitaria, supongo que ya todos llegaron a sus trabajos. Sus ojos penetran los míos y viceversa. No es incómodo, no hay nervios.

No puedo evitar mirar a sus labios, ella lo nota y suelta una pequeña risa socarrona. No pierdo la seriedad. Solo falta que uno de los dos se mueva un poco y nuestros labios se juntarían. Eso no me da risa.

—¡Chicos! —oigo un grito a mis espaldas.

Maldigo internamente cuando siento rozar sus labios con los míos al apartarse de mi. Su cuerpo deja un vacío cuando se vuelve a llamar a los chicos con la mano en alto.

—¡Hey! Los estamos buscando desde hace tiempo, ya casi salimos.

—Bien, vamos. Saben cómo regresar ¿cierto? —Pregunta June.

—Si, claro. No somos idiotas. —Trato de lanzarme una mirada de precaución a Liam pero sigue hablando. — Lo primero que nos enseñan cuando somos chicos es a orientarnos y saber regresar.

June no dice nada, solo voltea y me dedica una sonrisa sádica. ¿Cuántas sonrisas tiene está chica?

—No me digan. —Se vuelve seria y regresa a hablar con los chicos. —Vamos de una vez o se irá sin nosotros.




Llegamos a la estación y nos subimos al transporte antes de irse.

Es algo extraño estar en algo así. Se ve bastante rústico y algo viejo. Solo hay dos hileras a los costados de dos asientos juntos.

Nos acomodamos en los asientos y por arte del destino me queda sentarme con June.

—Con que a los chicos les enseñaron a orientarse y nunca perderse... —Mierda, no pensé que quisiera reprochar tan rápido.

—Si, algo así. —Mi tono de voz se oye distante.

No vuelve a hablar y lo agradezco, no es ni el momento ni el lugar. Menos con dos chismosos atrás.

Poco a poco siento como su cuerpo se empieza a relajar, hasta que su cabeza cae sobre mi hombro. Inconsciente, me encuentro mirándola.

Su cara demuestra una inocencia divina y tanta paz, que me es difícil pensar que su vida está rota. Dicen que para cada roto hay un descosido. Espero haber hayado al mío.

Dejo recostar mi cabeza sobre la suya hasta perder la consciencia. Con un último pensamiento.

Ahora tengo mi rota, y voy a pelear por ella.

------------------------------------------------------

Hola a tod@s.

Espero les haya gustado. Me emociona saber que las cosas van a ponerse un poco rudas. (Guiño, guiño)

Me encantó la canción, la descubrí en un videojuego y me ha traumado desde entonces.

Esta vez no hay dedicatorias, sin embargo, tengo un anuncio que ya les había dado la vez pasada: haré un especial de preguntas a la escritora, pueden ser de lo que sea. Para que no se les olvide. (Aun tengo pocas preguntas)

Eso es todo.
Grax, me despido.

The Fucking Queen  Where stories live. Discover now