Bar Rescue

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Rescue Bar, Bar Rescue. No grandes masas de personas en la barra, la pista de baile o las mesas dispersas por el local. Mayor parte de la clientela del bar consiste en jóvenes, adolescentes, y los ya bastante adultos.

Un local muy conocido y nombrado de la ciudad, el cuenta con su propia "leyenda" o historia en cuanto a chismes de ciudad se refiere, llenando toda su capacidad cada día del fin de semana. Aunque no cualquiera podía ingresar, y quien lograba entrar a "escondidas" no llega a la barra que un par de gorilas lo echan somo si nada hubiese pasado, si es que no le dan alguna que otra paliza en el trayecto... Debes ser selecto para tener el placer de entrar en el.

Una noche tranquila. Sin tanto movimiento a pesar de estar repleto de personas bailando en la pista, meseras que van y vienen de mesa en mesa, y de desesperados buscando tragos en la barra. Pero, ninguna con las características que debo encontrar. Por ejemplo las mesas, mi zona, consistían de pocas parejas o grupos de amigos bebiendo algo tranquilamente, y aun así con la visual despejada el sujeto no se hacia presente. En la pista, olvídalo, es imposible llegar a ver la salda del bar por el cumulo de personas, por lo que supongo yo que toda la clientela que "famosamente" llena el local se encuentra básicamente en su totalidad allí. En la barra algo puedo alcanzar a ver, pero nada. Nada cuadra con la información que me proveyeron.

Una hora pasada del horario de encuentro. Veinte minutos para medianoche. La impuntualidad del sujeto de encuentro comienza a inquietarme. Me saca de los cojones que lleguen tarde.

La mesera se acerca mi mesa y se va, luego de dejar la segunda cerveza de mi noche. La diferencia es que en la primera no tenia encima un humor de perros y el número telefónico con mi bebida. Alzo la mirada a la barra donde esta estaba mirándome expectante, en respuesta afirmativa lanzo un guiño al cual ella asiente disimuladamente con la cabeza, y entre labios pronuncio "doce, parte de atrás" , esta vuelve a asentir.

Diez minutos para las doce de la noche y apuro mi cerveza dando grandes tragos de esta hasta acabarla. Dejo la paga en cambio, que supongo que luego vendrán a recoger, debajo del baso ahora vacío.

Salgo del local por entre medio de ambos gorilas guardianes del bar con la advertencia "si sales, no vuelves" de su parte, a la que en silencio solo asiento. Como si quisiera volver, pienso para mi.

Rodeo la entrada del lugar, para así, luego tener que atravesar el largo callejón hasta llegar a las "parte de atrás", bodegas, del bar donde me espera la actividad física del día...

A medio camino, ya en el callejón, una pareja de hombres se encuentra apoyado contra la pared. Uno mas alto que el otro. Uno de ellos es escuálido, rubio largo que no debe llegar a poder atarse con una banda, y está fumando; el otro quien se encuentra dándome la espalda, parece ser moreno y el mas "grandote" o musculoso, que su compañero. Rubiales alza la mirada y me ve, golpea el hombro a su "compañero" quien luego gira a verme. Este, me fulmina con la mirada mientras enciende un cigarro, aun viéndome fijamente. Perforaciones en las orejas y en la nariz, tatuajes en el cuello y un corte al ras, es lo único que llego a ver de el a medida que me acerco.

Al llegar a su altura. Y pasar a su lado. Distingo una tercera figura en medio de estos. A pesar de la oscuridad, llego a distinguir su tez cercana lo bronceado, cabello oscuro y largo en forma de "cola de caballo". Al igual que sus dos acompañantes, me mira fijo, por lo que distingo lo claro de sus ojos al parecer marrones avellana. Nada mal...

Ignorando a los tres acosadores, o quizás maleducados. Prosigo.

Una. Dos. Tres sombras aparecen en el final del callejón, y se van acercando por detrás mío.

Una puerta, mas adelante de donde voy caminando; se abre, dejando salir a dos hombres. Quienes quedan en su lugar esperando/viendo como avanzo hacia su posición. Ignorándolos, sospechando de su papel en el callejón, continuo. Me giro una vez los sobre paso, estos me observan y comienzan a avanzar dando pequeños y lentos pasos; los tres "maleducados" ya no se encuentran contra la pared en la oscuridad, logro distinguir tres sombras caminar por detrás de los dos que salieron de la puerta, los tres con las características descriptas: figura femenina escuálido y musculoso.

Es noticia oficial: emboscada.

Arremango las mangas de mi camisa a botones, una vez que paro, al toparme con los tres hombres al final del callejo, donde la luz de la bodega del bar les iluminaba la cara.

En frente mío. tres hombres, características físicas similares, uno con cuchillo en mano.

A mis espalada, un poco mas respirándome en la nuca, dos hombres mas, y a un poco mas de distancia los tres que antes había visto: el rubio escuálido, el musculoso y la chica.

Encerrado.

Me toma de sorpresa el momento en el que una puerta mas adelante de mi posición se abre de golpe y de esta sale un hombre mas. ¿Alguien más que quiera venir? Pienso.

Este avanza por medio de todos los tipos, que posiblemente trabajen para el, y se coloca a unos tres/cuatro pasos de distancia de mi, con los otros tres a sus espaldas. Protección, es lo único que se me puede llegar a ocurrir en este momento.

Uno de los hombres a mis espaldas, me patea la canilla haciendo que pierda el equilibrio, y caiga de rodillas. Literalmente, a los pies del hombre en frente mío. Ya molesto, miro con ira al tipo, e intento levantarme a confrontarlo.

En este intento, cabe decir fallido, ahora los dos a mis espaldas me toman de los hombros para mantenerme en la posición anterior. Mientras que los demás hombres se acercaron con precaución hacia su jefe.

Este, ríe entre dientes.

- Pensé que querías mi ayuda, no que querías matarme... - dice.

- Cuando te reconozca te diré cual de las opciones elijo, hombre sombra - digo ya enfadado.

El hombre, una vez mas, ríe de mi notoria molestia.

- Oh por favor... - dice con mas gracia que indignación - No puedo creer que, encima que me buscas, me contactas, me haces reunirme contigo - enumera con los dedos - Vienes aquí y dices que no me reconoces... Me veo ofendido ante la situación en la que te encuentras.

- Cosas que pasan - digo con ironía encogiéndome de hombros.

Da un paso al frente, donde hay mas luz, y me es posible distinguir su cara, y por ende su "identidad".

Bingo.

- Con que ahora si requiere de mi ayuda, ¿no es así Stefano? - pregunta, señoras y señores, James Lenkell.

Stefano Bianchini, un gusto.




Fin del primer capitulo de NORTEAMERICA

Este Cap. fue mas bien en forma de una mini mini iniciación a la historia...

Los AMA

Los ADORA

LOS AMODORA

>AMS<

Norteamerica Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon