3

14 3 0
                                    

S A L M O S

10:2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que ha ideado.

10:3 Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.

________________________________________

Cuando todos se disponían a ir a sus casas, de noche y con algunos paraguas por el clima lluvioso y helado, Taehyung esperaba a su gerente de frente y de pie al edificio, atento para ver si saldría entre aquella pequeña multitud la cual caminaba con caras de indiferencia en dirección contraria. Con un paraguas bien afirmado de la mano derecha, y su chaleco en la izquierda, que por alguna razón no se la había puesto, quizás flojera o un acto de parecer rudo pobremente fallida .El  muchacho se estaba muriendo de frío esperando a su superior, que aun no salía. Se preocupó y decidió entrar por su cuenta para ver qué pasaba. Caminó y subió por los largos pasillos hasta llegar a la oficina del gerente. Entró sin tocar, y lo vió con la cabeza gacha, concentrado en aquellos papeles que tenía que llenar, levantando la vista solo a su computador y escribir ciertas cosas, tocando rápidamente su teclado.

Tae miró a todos lados, sintiéndose incómodo al no ver ninguna reacción. Literalmente en la puerta de su oficina y no le había dirigido la mirada. El menor tosió para llamar la atención del peli naranja, el cual abrió sus ojos de par en par y se paró del escritorio al notar su presencia.

-Dios, Kim Taehyung.- Musito Hoseok en un tono asustado.- Me mataste del susto! Por qué no me habías dicho que entraste?- dijo, frunciendo el ceño en un pequeño reproche por sacarlo de su concentración

-Lo lamento señor, de verdad no era mi intención asustarlo.-Se había puesto nervioso por el tono del contrario la cual demandaba respeto y mostraba seguridad.

Hobi calló por unos momentos y le miró , examinando su pálida piel y cara, su nariz roja, las gotas de agua que tenía en la camisa, como se movían sus labios al suspirar y temblar por el frío y su chaleco, arrastrándose en el suelo cuando el joven movía su mano o su posición. El paraguas el cual goteaba en el suelo dejándolo empapado, el tonto había estado observandole para ver si le prestaba atención en vez de colgar el bendito paraguas

Suspiró profundamente, cansado del trabajo y con mucho sueño. Se le acercó caminando, haciendo que el joven Taehyung se alarmara por unos momentos . Le quitó el paraguas de la mano y lo tiró a algún lado de la oficina, sin hacer tanto ruido al esta hacer encima de una alfombra. Sacó un chaleco de polar color celeste que tenía colgado por ahí, era de su esposa pero Hoseok decidió no decir nada por que nadie en la oficina tendría que saber nada de su vida privada, al menos eso era lo que él pensaba. Sentó a su empleado en alguna silla la cual estuviera cerca y le dijo.;


-Espera aquí, te traigo algo caliente y también para comer. Debes cuidarte mas, Kim Taehyung. Si te enfermas no podrás asistir a tu trabajo y no podría soportar despedirte en esas condiciones- Y se fue, dejando al confundido Taehyung solo en su oficina, con , lo que él sentía, todas las regalías del mundo. No pudo evitar sonreír ya que nunca había visto ese lado de su gerente. Tae solo lo veía como un ser frío y con autoridad, no le gustaba dar nada y tampoco le gustaba recibir, unas simple broma se podría transformar en una advertencia de quedarse cesante y por "No tener la seriedad requerida." Un amargado total a vista ajena, algunos se preguntaban cuál sería su sentido del humor, mientras que otros dudaban si tenía o no.Después de pensar por eso un largo rato y quedarse pegado viendo un punto al azar en la pared, Kim vio cómo se abría la puerta con algo de prisa, pasando por ella su gerente con una taza de café y un paquete de galletas. El castaño lo miro totalmente desconcertado y, sin hacer ninguna pregunta de todas las que tenía en la cabeza, tomó un sorbo de café y se comió una galleta, tratando de esconder una sonrisa de felicidad pura. 


-Gracias gerente, no sabe cuánto se lo agradezco. Podríamos hablar de el asunto pendiente?- Taehyung sonrió y se acomodó en la silla, sin dejar de mirar a su superior. Jung Hoseok era una persona interesante y, siquiera estando en el mismo lugar casi toda la semana, ninguno de los empleados lo podía comprender.

-Si, claro. Veras.. Uhm...- El peli-naranja pausó por unos segundos para pensar lo que iba a responder.- Lo siento por responderte así en el horario de trabajo. -Tae sonrió y asintió.- Pero como te acabo de decir, es horario de trabajo. No puedo parar de ayudar a los demás o supervisar las acciones de los otros empleados solo por la invitación de alguien.- Terminó.

Y tenía razón, aunque él mismo sepa que solo quería seguir revisando su celular y eliminar esas invitaciones de dragon city. Taehyung se quería disculpar, abrió la boca y justo cuando iba a proceder Hoseok le interrumpe otra vez;

 -A qué hora? Era en tu casa o en un restaurante?- Dijo acomodándose los lentes y sentándose en la silla de su escritor, dejando a el pobre tae desconcertado.


____________________________________________



Hoseok saca su paraguas, lo levanta por sobre su cabeza y se despide con una reverencia formal de Taehyung, sin dejarle decir o hacer lo mismo para poder dirigirse a u auto e irse a casa, con el sonido relajante de la lluvia cayendo en los paraguas y en los tejados cercanos. No había nadie en casa, quizás su esposa estaría buscando un reemplazo a estas horas de la noche. Siempre se lo negaba al pobre Jung , así que tan solo se bañó y tomó unos vasos de vino, para dejar de pensar demasiado las cosas. Aunque en realidad fue todo lo contrario.

Ella quería tener hijos, pero era infértil. Hobi se dió cuenta de que después de que el doctor les soltara la noticia, toda llama se habría apagado entre Jung Hoseok y Lee Chae Eun como legítimos esposos. La depresión de su esposa era tal, recordaba con detalle cómo cada día tenía que hacer todo por si solo, mientras escuchaba los sollozos de Chae, su Chae. No tardó si no un mes en convertir esas saladas lágrimas en gotas de vino y alcohol las cuales le raspaban la garganta por cada vez que inclinaba el vaso. Eun también llegaba de formas descaradas a su casa, como si estuviera culpando a su pobre esposo de su infertilidad y repudiandole en su máximo esplendor. Su bra totalmente perdido, la ropa totalmente arrugada y mal oliente a cigarro y alcohol, con las marcas de adulterio visibles en todo momento, los tacones en la mano algunas veces e incluso se atrevía a llegar en el auto de otro hombre, siempre al azar, sin un nombre en concreto. 

Dejando de lado esos pensamientos que le hacían sentirse aún más solo de lo que en realidad estaba, Hobi arrojó el vaso y la botella medio vacía al suelo y se fue caminando rápidamente a su cuarto, sacar su teléfono y marcar a nadie más que a esposa.


-Hola, Lee Chae?- Preguntó mirando un punto azar del cuarto.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 30, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Boy meets evilWhere stories live. Discover now