Desde que se conocieron sus madres soñaban que terminen juntos. Pero nunca se habían visto de otra manera, les parecía imposible, conocían todos los defectos y virtudes del otro, todas sus facetas. Como hermanos.
Eso es lo que dijo Rebeca el día qu...
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Siento una leve sacudida en mi hombro ¿Desde cuando mamá es tan suave? Me pongo boca abajo pero las caricias leves no cesan, continúan en mi espalda.
-Ya voy Má.- Susurro contra la almohada.
-No Bec, nos quedamos dormidos.- Es George. Mi cuerpo comienza a despertarse y siento las tiras del corpiño cortarme la circulación. Cierto que vine a sacarlo de su pozo de depresión. Por lo menos me hubiera despertado para cambiarme cambiarme, seguro Natasha nos vio y no quizo que me vaya.
El rubio está parado a los pies de la cama con una bandeja de desayuno.
-Que buen servicio Smith, tengo que quedarme más seguido.- Deja la bandeja sobre la cama y se sienta en canastita.
-Es temprano todavía, me desperté cuando mi mama llamó a la tuya para decirle que estabas acá. Crei que había pasado algo, por los gritos, y cuando llegue me dijo que iba a "Caminar".
-¿Es normal que nuestras mamas sean así de.... Locas?
Se encoje de hombros y toma de su café, lo imito pero tomo de mi yogurt de frutilla.
Mmm Oro liquido.
¿O rose gold líquido?
El desayuno consistía en, café para George, yogurt para mi, cuatro tostadas con queso y dos muffins.
Ninguno de los dos tenía energía para hablar, ambos comiamos mirando un punto fijo, parecía que George se había bañado ya que su pelo estana completamente mojado.
Espero que hoy podamos convencer a Natalie para que le hable, por lo menos mi rubio amigo va a oler bien.
Ya quiero ver su carita de felicidad.
-Voy a cambiarme, en 15 te espero en la puerta- Beso su mejilla para luego salir de la habitación.- ¡No olvides echarte perfume!
Toca el timbre del receso y salgo corriendo de clase para poder encontrar a Natalie antes de que se amontone más gente y la pierda.
Le guiño un ojo a Blake, esa es su señal para que mantenga a George distraído.
Veo a la rubia dirigirse al patio con su vestido rosa bebé agitándose en el viento.
-Hey ¿Natalie no? -Se sobresalta y abre sus ojos azules como platos.
Wow está muchacha es una muñequita, aún más bella de cerca. Si George no le hace caso creo que yo podría...
-Si, soy yo ¿Que necesitas?- Dice muy amable.
-Bien, te estuve observando estos últimos días y note como tu mirada no puede despegarse de mi amigo George.- Sus mejillas se tiñen completamente y niega.
-¿Te mando a que me digas que lo deje de mirar? Perdón si lo incomode, tampoco es que lo mirara todo el tiempo. Bueno, puede que una o dos veces por recreo y en el almuerzo o a la sal...
