Dos días después, todo estaba bien. Querías presentarme a tu familia y te taché de loco. No comprendía que para el verdadero amor no hay fechas, tiempos ni reglas.
Trece.
Dos días después, todo estaba bien. Querías presentarme a tu familia y te taché de loco. No comprendía que para el verdadero amor no hay fechas, tiempos ni reglas.