Capitulo único

Začít od začátku
                                    

Romeo frunció el ceño-No mientas, no asesinas así.

-Qué importa lo que haga, la aldea ya me tiene miedo.

-Nosotros no te tememos-Aclaro Wendy tomándolo de la mano-Asesinaste a ese sujeto porque lo viste acosar a muchas mujeres-Confesó Wendy, entendía la noble intención del demonio. Natsu sintió la calidez del agarre de Wendy.

"No puede ser amado"

-No lleguen tan tarde a su hogar-Anunció Natsu apartando su mano del agarre de Wendy. Dio media vuelta y se alejó de ellos, no quería su compasión. Su padre se lo dijo antes de su muerte. "Nosotros somos oscuridad, quien este con nosotros serán contaminaremos."

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Nuevamente la noche cayó, observo las calles vacía estaba dispuesto a irse, algo o alguien llamó su atención. Dentro de las calles se acercaba una pequeña chica de cabellera rubia. A medida que se acercaba a la fuente pudo detallar dos cosas. Tenía un vestido blanco manchado y totalmente desarreglado, y alguien la perseguía, lo intuyó porque volteaba a cada minuto.

Cuando choco con él, espero su reacción de temor, sin embargo no fue así. Sus grandes ojos chocolates le suplicaban algo que ella no podía decir, se aferró a la camisa negra de él mientras recuperaba el aliento.

-No...dejes.....por...favor

La chica cayó arrodillada, Natsu observo las calles notando a unos cuantos aldeanos con una trinchera gritando al unísono.

-¡MATENLA, MANTELA!

No lo notaron, respiro dejando salir sus alas, las que usualmente se doblaban y se guardaban en sus omóplatos. Sus alas negras se extendieron, tomo entre brazos a la rubia y se alzó en vuelo. Escucho las exclamaciones de los aldeanos cuando se alejó con la rubia en brazos.

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Sobre voló por las nubes mientras observaba a la chica que traía en brazos. Pequeña, delgada, con un largo cabello dorado como el oro y un embriagante olor a vainilla. Algo llamo su atención y fue la cortada que atravesaba sus carnosos labios.

-¿Qué acabo de hacer?-Preguntó mientras descendía y la dejaba en una parte con grama de sus tierras.

Porque él consideraba el bosque sus tierras, el lugar en donde era aceptado. Observo como su pecho subía y bajaba. Al menos esta viva, aún. La chica comenzó a removerse, ganando la atención de Natsu, lentamente abrió sus parpados, Natsu observo los grandes ojos chocolates que tenía la rubia. La chica parpadeo un minuto y Natsu ya estaba preparado para el grito de horror.

Ante todo pronóstico la rubia le regalo una sonrisa.

-Gracias-Su voz tan delicada saco de trance a Natsu.

Natsu asintió-No fue nada.

-Para mí lo fue-Natsu observo como la delicada mano de la chica tomaba una de sus manos. Cálido-Salvaste mi vida de los aldeanos.

Natsu asintió, la curiosidad lo invadió, como una chica que veía relativamente normal, podía ser perseguida por una multitud furiosa de aldeanos.

-¿Por qué te daban caza?-Preguntó evaluándola brevemente, lo único extraño era su sonrisa tan cálida cuando minutos antes estaba a punto de morir.

-Los aldeanos son escépticos-Confesó soltando un suspiro.

-Idiotas quieres decir-Comento alejándose del agarre de ella.

-No están abierto a la evolución del humano. No creen en la protección a cambio de la gratitud.

Natsu elevo una de sus rosada cejas-¿Evolución?, asesinar a sangre fría a tu hermano por que caminaba solo en el bosque, es evolución.

The love of the devilKde žijí příběhy. Začni objevovat