.-Capitulo cuarenta y cuatro

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Los días habían pasado muy rápido, ese lunes, Stefan durmió conmigo, en mi cama, y al día siguiente era algo jodidamente hermoso despertar junto a él, con su cabello todo despeinado, su voz adormilada, sin camisa y…. mmh, lo dejo a su imaginación

Ya era viernes, hoy era el tan esperado concierto de Maroon 5, al que me llevaría mi amigo precioso y perfecto, y bueno mañana cumplía mis 22 años, como pasa el tiempo, recuerdo como si fuera ayer, el primer día aquí, con mis 19 años y chocando con mi sexy profesor

Con Salvatore cada vez estamos más cerca, aun no le dijo que lo amo, me da terror que se espante y se marche, en fin, ahora estaba almorzando junto a mis amigos, mirando a mi hombre, quien me sonrió coquetamente, provocando que mordiera mi labio

Estábamos camino al gran concierto, de Sexy Levine, que diga Adam Levine, joder, lo vería, Collin no paraba de hablar de muchas cosas, sinceramente lo único que quería en este momento era callarlo y que se apresurara

Llegamos  a la arena, había millones de carros, y filas gigantes, por la puerta que debíamos entrar tenía una más corta, gracias al señor, las puertas se abrieron, mis manos comenzaron a sudar, Petyfer, tomo una de ellas y entrelazo nuestros dedos, dándome un leve apretón, joder solo era un concierto

Nuestros respectivos asientos, uno junto al otro, fila 10 veía realmente bien ¿Cuánto abran costado las venditas entradas? Me daba pavor preguntar, Collin sonreía ampliamente, al igual que yo, mierda, mierda, el espectáculo comenzaría y vería a mi Levine a una distancia prudente paro no subir al escenario y violarlo

Faltaban exactamente 18 minutos para que el concierto comenzara, ni que hubiera estado mirando la hora cada 3 segundos, pero, dios, que esto comience ¡Ya!

Y como dije, 18 minutos después la música comenzó a sonar, las luces se apagaron, dejando solo una, al medio de todo, donde unos segundos después apareció él, el vocalista de la banda

Estaba gritando como loca a punto de ser  comida por un tigre, uno muy grande, bailaba desaforadamente cada canción, acompañada de Collin, que reía de mis movimientos tan ‘’siúticos’’

El maldito y genial concierto que me dejo exhausta, duro 2 horas, y había sido el mejor, jamás antes visto, y todo había sido posible, gracias a mi mejor amigo, que a veces es imprudente y desesperante, pero jodidamente cariñoso, lo más seguro era de que si yo no estuviera enamorada de Stefan y lo amaría mas allá, y acabo de darme cuenta también, que estoy enamorada de Salvatore, lo sabia pero no lo había asumido, jodida conciencia que habla sin pensar

Salte al cuello de Collin, literalmente estaba colgando de el

-Gracias, gracias-besaba cada centímetro de su rostro de muñeco- gracias, gracias

-SI-dice exasperado- ya, ok-dice tratando de zafarse, cosa que no sucede

Decide agarrar fuertemente mi cintura y comenzar a caminar conmigo en esa posición, no es que me moleste, estaba cansada, no le reclamaría, incuso lo aplaudiría, era muy fuerte

El sexy arroganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora