.-Capitulo cuatro

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El que casi es mi esposo, Don auto, gira a la derecha, para encontrarse con mi querido edificio ¿les dije que es muy mono? Si es café como un mono, es horrible

El ojiverde abre el vehículo, inmediatamente me bajo, me giro miro nuevamente el auto

-¿Estas seguro que las bodas entre él y yo no son legales?- pregunto

-Segurísimo- dice asintiendo con su cabeza

Vuelvo a mirar al maravilloso transporte que esta frente a mí, deposito un beso en mi mano y luego pongo esta sobre el capo del auto, Stefan se ríe

-Sígueme- le digo guiándolo a mi apartamento

Al entrar nos dirigimos al ascensor, apretó el botón y este llega en un par de segundos, entramos en él y marco el numero 3

Al llegar las puertas de este se abren, dejando ver 2 apartamentos, el mío y el de mi vecina loca por los gatos, los ama, tiene alrededor de 10, y como 5 traen de visita  a su novias gatunas, terminan siendo como 15 felinos

-El olor a gato proviene de ese apartamento-dijo apuntando- la señora de los felinos- digo estremeciéndome

-No te gustan los animales- dice Stefan afirmándolo

-Si me gustan- digo yo abriendo la puerta- solo que  no en exceso

Le doy acceso, entra y mira cada detalle de la sala

-No se te ocurra romper nada- digo amenazante

El alza sus manos en defensa, yo sonrió y dejo mi bolso en el sillón, saco mi gorro, despeino un poco mis cabellos, saco mi chaqueta

-¿Qué quiere almorzar?- pregunto girándome

-Lo que sea tu cariño- dice el

-¿Puede ser comida de gato?- dijo yo abriendo mis ojos

El entrecierra los suyos, yo hundo mis hombros

-Ok, cualquier comida-dice- de humanos-vuelve hablar

Asiento y entro a la cocina, abro un par de muebles, saco un paquete de espagueti, una salsa, una olla, le pongo el agua, comienzo  prepáralos

-¿Quieres algo de beber?- grito para que pueda escucharme

-Claro-dice-agua estaría bien

Le sirvo un vaso de jugo, se que dijo agua, pero yo quiero llevarle jugo de frutas, salgo de la cocina y lo veo de espalda, tiene una espalda deseosa, niego con la cabeza, el sostiene en sus manos una fotografía, me acerco y la veo, era yo de niña, ¡que vergüenza!

-Deja eso- dijo arrebatándolo de sus manos

-Eres tú de pequeña-dice sonriendo

-Si-dijo yo- era totalmente fea, parecía la hija perdida de chuqui 

-Mentira-dice el observándola nuevamente- eras adorable

Lo miro casi sin respirar ¿el dijo que yo era adorable?, se que la foto es de cuando yo tenía 3 años, pero sigo siendo yo, me torno completamente colorada

El sexy arroganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora