—¿Y Harry es el maestro?—. Fue incapaz de reprimir el sarcasmo en su voz, pues no comprendía cómo un chico podría enseñar defensa contra las artes oscuras.

Harry era un estudiante más preparado que el resto, no obstante, era eso; un estudiante.

—No te burles— susurró, sentándose directamente frente a ella para poder verla a los ojos.

—Sólo pienso que realmente deben estar desesperados...

—¿Acaso a tí no te genera ansiedad el pensar que no sabrás nada saliendo de aquí?— refutó—, es mi último año y estoy seguro de que si no fuese por Potter, no tendría el conocimiento sobre algunos hechizos de defensa, eso y que prácticamente me he despestañado estudiando por mi cuenta.

Nina le observó con desafío y sonrió con una mueca que consiguió cautivar a Fred. Ella solía deslumbrarlo con facilidad, puesto que su mente y manera de ser lograban sorprenderlo cada vez que estaba junto a su persona.

La Slytherin se colocó de pie y rápidamente estiró la mano para que el joven también lo hiciera. Fred correspondió al gesto y tomo la mano de Nina entre sus dedos. Pudo percibir la temperatura fría de la piel de la chica, hizo amago de abrazarla, pero ella mantenía otra idea en la mente.

Sacó la varita de su bolsillo y caminó pasos atrás, quedando frente al león, apuntándole, siempre manteniendo la expresión graciosa en el semblante. El pelirrojo analizó la situación algo descolocado, sin embargo, a los segundos entendió lo que su novia pretendía.

—Si Harry es tan buen maestro, muéstrame cómo aprendiste a batirte a duelo, Fred Weasley.

—¿Estás segura de lo que estás haciendo, Nina Illich?

—Jamás dudo de mí, además; creo que jamás hemos tenido la oportunidad de batirnos en una contienda.

—¿Esto va a tener alguna recompensa?— interrogó el pelirrojo, de manera coqueta, acercándose hasta quedar muy de cerca con la Slytherin, quien no apartó la mirada y tampoco se intimidó por la proximidad del mago.

—Pues si yo gano, tú debes invitarme el almuerzo cuando vayamos hacia Hogsmeade— siseó—, además tendrás que decirme cómo hallar este lugar.

—¿Y si gano yo?

—Pues puedes escoger lo que quieras.

—Pues si yo gano, tendrás que dormir conmigo —declaró sin un ápice de vergüenza.

Hace mucho tiempo que quería poder sentir la presencia de la bruja, tener tiempo para ellos, para entregarle protección y cariño, que mejor panorama que pasar una noche lejos de las miradas de los estudiantes.

—Tendrás que esforzarte entonces, no será fácil vencerme.

—Podría imaginar que tú también haz estado entrenando por tu cuenta.

—Podría decirse que asumes bien—respondió ella algo turbada, no se sentía bien omitir el tipo de información que había estado estudiando durante todo ese año a espaldas de todas las personas para no ser catalogada una bruja tenebrosa debido a los intereses que había desarrollado en el último tiempo.

Ambos se quedaron frente a frente, en postura de duelo. Blandieron sus varitas en señal que tendrían un buen duelo, sin trampas ni artimañas. Nina se colocó en postura de ataque, al igual que Fred, sintiéndose un poco extraño por estar a punto de lanzarse hechizos con su novia.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now