T2 Capítulo VI

314 28 5
                                    

Oscuridad... todo era oscuridad.
Cedric se hallaba flotando en una espacie de nada, un abismo que se alzaba alrededor como un gran agujero que lo consume todo. Abrió los ojos y se frotó la cara, ¿Dónde estaba? Un profundo miedo lo recorrió y sintió un nudo formarse en su garganta.
—¿Eyleen, Sofía?
La confusión comenzó a invadirlo seguido de un dolor eléctrico sobre su pecho.
Una vez...
Y otra...
Y otra...
Profirió un agudo grito y de pronto la claridad lo rodeó. Al principio fue incapaz de distinguir cosa alguna, pero poco a poco pudo visualizar las caras de las cuales procedían las voces que lo llamaban.
—¡Papi, despierta!
Su hija gritaba a la par que sujetaba su rostro. Sofía lloraba desconsoladamente atrás de ella.
Un ligero quejido las puso en sobreaviso. Merlín acababa de regresarlo a la vida.
—Que se quede en reposo unos días, no lo expongan a ninguna emoción fuerte por el momento y llámenme si necesitan algo.
—Gracias, amigo. —el padre de Cedric estrechaba la mano del viejo hechicero.
Cedric estiró la mano hasta su esposa quien se la besó, aliviada.
—¿Qué ocurrió?
—Te dio un infarto, por todo el estrés en el que estuviste. Tonto, creí que te perdería.
     —Lo siento, princesa mía. Ya todo está bien, no te preocupes por nada.
     Sofía besó sus labios con ternura. —Imposible no preocuparme por el amor de mi vida.
     —Eww. Mamá... —Eyleen puso los ojos en blanco y abrazó a su padre. —Floris appearo.
     En su mano apareció un lirio blanco y se lo colocó a su padre en el pecho.
     —No sabía que podías hacer magia sin varita tan bien. —La halagó su Cedric.
     —Mi nieta es una prodigio. —rio.

     —Lo siento madre, prometo que vendremos a visitarlos más seguido.
     Sofía ayudaba a verificar las cosas que se subían al carruaje mientras que Eyleen, Noctus y Wormood platicaban sentados en el vehículo.
     —Fue lindo pasar con ustedes las fiestas, cuida mucho de Sofía y mi nieta. Recuerda los consejos que Merlín les dio para que se controle mejor en Enchantia.
     El hechicero le dio un abrazo. —Así será, madre.
     Los caballos extendieron sus alas y el carruaje se despegó del suelo. Por desgracia, Sofía sabía que tendría que pasarse el trago amargo de no haberle avisado a sus hermanos que se iría en Wasilia y que probablemente le darían un discurso por ello, pero estaba feliz de ver a sus padres de nuevo pues aquella fiesta siempre había sido familiar y el no haberla pasado con ellos le había afectado, simplemente no comprendía cómo hacía Cedric para cada año estar lejos de sus padres en Diciembre.
Enchantia estaba tan hermosa como siempre. Descendieron del vehículo y Sofía abrazó a sus padres, por otra parte Eyleen evitaba hacer contacto visual con sus abuelos pues creía que seguirían enojados con ella por lo ocurrido. Pero para sorpresa de todos, el Rey Roland le extendió los brazos para recibirla.
—Mi querida nieta, ¿te encuentras mejor?
La joven hechicera asintió avergonzada y le correspondió el abrazo para posteriormente saltar a los brazos de James.
—Tio James, te van a coronar.
—Así es, mi pequeña traviesilla. Creí que te lo perderías y tendría que comerme todo el pastel yo solito.
Eyleen hundió su cara en el hombro del mayor. —No, Tio. Te dolería la pancita, yo te ayudo.
—Esa es mi niña. Ahora vayamos adentro que hay que ponernos guapos para la ceremonia. —le guiñó un ojo y todos entraron al palacio. El cochero suspiró al ver la cantidad de baúles que tendría que bajar.

—————————————————
N/A
Hola mis queridos lectores. Perdonen que me haya tardado en regresar, publiqué mi libro de "Louis: Las Crónicas de Laverland" ya pueden leer el comienzo aquí en Wattpad y lo vendo en papel❤️
Quise iniciar de nuevo con una parte corta, ya empieza lo bueno así que no se lo pierdan.
Les mando mucha magia!!!

El amor es la magia más poderosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora