—¿Y vendrá aquí? ¿A ver a Luna?

—No le interesa ver a la niña, y tampoco quiero que esté cerca de ustedes.

Narel suspiró, y se giró para poder estar frente a frente, aunque su panza les impedía estar muy juntos.

—Sólo me importa lo que tú sientas y quieras, Dariem.

—Yo te quiero a ti —le dijo robándole un beso—. Sólo tú quiero que seas mi mujer —pronunció tomándola del rostro para besarla.

***

—Así que es verdad, volviste.

Venus se giró al escuchar aquella voz, y observó sorprendida a aquella muchacha.

—¿Rubí? Wao, como has crecido —sonrió divertida—. Y pensar que yo te ayudaba a peinarte.

—Sí, y ahora soy toda una mujer.

—Tampoco exageres, cariño ¿Cuánto tienes? ¿Dieciocho?

—Pronto cumpliré los dieciocho ¿para qué volviste, Rubí?

—¿No es obvio? Quiero estar con Dariem. Hace cuatro años huí de ese maldito lugar, harta de oler a mugre. Y hoy finalmente tenemos un hogar, hermoso.

—Dariem no está solo.

—Algo así me dijo, pero no me importa. Dariem y yo estamos destinados a estar juntos, nos amamos. No sé con quién estará, pero no debe amarla.

—Compruébalo tú misma entonces. Ella está esperando un hijo de él, y tu hija la adora.

—¿En que habitación viven ellos?

—¿Habitación? Ellos no viven aquí. Se hicieron una casa, a unos cuantos metros de éste edificio.

—¿En dónde? Quiero conocer a la mujer que cree ser dueña del amor de Dariem.

—Adelante, ve si quieres. Su nombre Narel.

***

—¿Quién cumplirá años en una semana?

—¡Yo! —exclamó Luna levantando sus dos bracitos—. ¡Cuatro años!

—Así es hermosa, cuatro años —sonrió Narel abrazándola—. Y te haremos una fiesta como te lo mereces.

—¿Con globos de colores?

—Ajá, muchos globos de colores, de todos los que quieras.

—Yo quería que el bebito esté aquí.

—Pero aún falta un mes para que nazca tu hermanito. Ya para el año que viene, podrán estar juntos celebrando.

—¡Voy yo! —gritó la pequeña morena, corriendo hasta la puerta para abrirla—. Hola ¿Qué se le ofrece?

La mujer del otro lado, abrió sus ojos aturdida al ver a la niña.

—¿Quién es, Luna?

Con algo de dificultad, Narel se puso de pie, y fue hasta la sala, observando a una joven morena de esbelta figura, parada en la puerta de su casa. Y vaya que tenía una cintura muy pequeña esa chica, envidiable.

—Hola ¿Necesitas algo? —le inquirió Narel, tomando a Luna de los hombros, y llevándola hacia atrás.

—¿Tú eres Narel? —preguntó en un tono divertido, observándola con una ceja arqueada.

—Sí ¿Algún problema? —le dijo molesta.

—¿En serio Dariem me cambió por ti? —preguntó con burla—. Cuando estuve embarazada, jamás me vi tan gorda. Tú pareces un oso enorme.

—¿Disculpa? ¿Quién mierda te crees que eres para venir a mi casa, y decir ese tipo de cosas? Lárgate.

—Me creo la mujer de Dariem, la madre de la niña.

Luna levantó la mirada, para ver a Venus, y luego a Narel, confundida.

—¿Tú eres mi mamá?

—Sí, yo te tuve —pronunció en un tono frío.

—Quiero que te vayas —le dijo la castaña, abrazando a Luna a ella—. Ahora, vete.

—Por supuesto que me iré. Por un momento me preocupé, conozco los gustos de Dariem. Pero luego de verte —rio—. Por favor, si está contigo es por esa criatura.

Apretó sus puños con rabia, y cerró de un portazo. Era imposible no alterarse.

—Narel.

—¿Qué pasa, cariño?

—¿Mi mamá es mala?

...

Sayla tuvo un día super largo, mañana y el jueves examen, y no pude dormir nada. Así que, por hoy me despido. ¡Descansen! 😘

(Me gustaría aclarar, algo que se verán en los libros siguientes. Venus fue la umi'et de Dariem, pero no por eso, no ama a Narel.

Ella es el amor que él elige ♥️ -algo como pasó con Ilu, Summy y Lekie-)

DariemWhere stories live. Discover now