¿Y cómo es que todo había empezado?

Bueno, la historia empezó el treinta y uno de Octubre a las doce de la madrugada. The Witches Night nunca se había visto mejor.

— Deberías ir a bailar, es lo que te gusta hacer —Dijo Namjoon antes de darle un trago a su vaso de cerveza.

Hoseok negó con la cabeza.

— Hoy no tengo muchas ganas de moverme. La única razón por la que vine es porque en mi casa me iba a volver loco —dijo con los ojos clavados en la pista de baile.

Namjoon asintió, un poco desconcertado por la respuesta de su amigo. Volteó su cabeza a la derecha por curiosidad y se llevó una agradable sorpresa. Levantó su vaso de cerveza en el aire.

— Hey, mira quien anda ahí —Hoseok volteó a donde miraba Namjoon— Pero si es el pequeño Jimin —dijo Namjoon.

Jimin traía una sonrisa en su rostro y una cerveza en la mano. Lo único raro era que no venía solo.

— Y trae un amigo —dijo Hoseok detrás de su vaso de cerveza.

— Joder, ¿Es quién creo que es? —añadió Namjoon.

Pero si Jimin venía con Kim Taehyung. Kim Taehyung, ese chico del que toda la escuela hablaba y murmuraba como el más caliente y peligroso de la ciudad. Era conocido como el menos confiable a la hora del amor, incluso se había esparcido la idea de que Kim Taehyung nunca se ha enamorado en su vida, que era algún tipo de horrible persona que amaba jugar con las personas.

No era un secreto que Taehyung podía ser... particular. No sólo era caliente como el infierno, sino que tenía una personalidad imposible de ignorar. Todo el mundo había oído de él, todo el mundo quería algo con él. Su personalidad misteriosa, rebelde  y extravagante era sinónimo de peligro.

Además de que un rompe corazones en su máximo esplendor.

— Hey, chicos —Jimin le palmeó el hombro a Namjoon— Les presento a Taehyung, vamos juntos en clases de arte  —dijo como si la personalidad de Taehyung no fuera conocida. Nadie culpaba a Jimin, él no sabía la fama que Taehyung tenía en la Universidad, ya que no asistía con ellos.

Hoseok miró a Namjoon, buscando complicidad a la hora de las miradas. Esto era muy incómodo; saludar al playboy rudo de la escuela como si nunca hubieran escuchado cosas de él era bastante difícil. En especial con la mirada que se cargaba el susodicho. Su expresión era perfecta para un asesino encubierto, o para el guardaespaldas de algún famoso; era seria y profunda. Eso les ayudaba a entender porque era tan difícil se ignorar.

— Un gusto —dijo Namjoon estrechando su mano con la de Taehyung.

Cuando el saludo terminó, Hoseok no supo como reaccionar cuando Taehyung se volteó a verlo a él con la mano en el aire. Sus ojos eran tremendamente oscuros y preciosos, sus cejas y lo fuerte y marcada que se veía su expresión era... Se veía caliente.

Su cuerpo no reaccionó, sólo pudo pasar la vista de su mano a su rostro una y otra vez. Ni siquiera dijo algo cuando Taehyung ya había guardado la mano en su abrigo. Fue incómodo el verse tan estúpido frente a él, quedarse paralizado sin poder saludarlo como se debía.

— Él es bastante tímido, perdona eso —dijo Jimin refiriéndose a Hoseok.

Taehyung le echó un vistazo al mencionado antes de curvar sus labios ligeramente hacia arriba.

— No, está bien —su rostro se descongeló— Entiendo.

Hoseok abrió la boca para decir algo, pero no pudo hacerlo.

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