• CAPÍTULO 55 •

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—No hay nada malo contigo, Nina.

—Soy una bomba de tiempo, Malfoy. Tú lo sabes, yo también lo sé. ¿Acaso crees que es normal ver sucesos perturbadores en tu cabeza?

Draco se acercó a ella y le abrazó con cuidado, esta suspiró y pudo absorber el aroma elegante de la loción del rubio y trató de calmarse ante la contención de su mejor amigo.

—¿Crees que tus padres puedan saber lo que te está sucediendo?

—Creo que al menos podrán ayudarme en algo, con algún hechizo, con algún tipo de magia. Algo que me ayude a estar más tranquila— siseó—, no tan errática como me encuentro en este momento.

—Sabes que puedes escribirme en cualquier momento, trataré de que estas fiestas no sean tan miserables como años anteriores.

—¿A qué te refieres?

—Voy a pasar las fiestas con los Greengrass.

Nina entendió a lo que se refería.

—Astoria ha sido muy paciente contigo. No hagas que se decepcione de la imagen que tiene sobre ti. A ella no le interesa tu dinero, a ella le interesas tú, puedo notarlo.

Caminaron hacia el compartimento en el que ellos viajaron, sólo quedaban sus maletas allí, sin embargo a través de la ventana observaron que ahí estaba Theo y Astoria aguardando por ellos. Draco removió entre sus cosas y le entregó dos cosas.

—Feliz navidad, Nina.

Siempre se hacían presentes, como cada año Nina enviaría el de él a la mansión Malfoy para evitar que este lo abriera antes de tiempo.

—Ya sabes donde estará tu presente— sonrió.

—Lo sé.

Ambos jóvenes se abrazaron y bajaron del tren. Nina sintió que lo demás era un frasco que después notaría de qué se trataba. El sol se percibía a través del techo del andén, sin embargo la brisa era refrescante, se podía sentir el invierno en el aire.
La bruja habló brevemente con sus compañeros hasta que divisó entre las personas a su padre y a Fred quienes hablaban más allá. El pelirrojo tenía la mirada atenta en ella, por lo que cuando hicieron contacto visual, ella se sonrió de inmediato, recibiendo el mismo gesto por parte de él y un guiño.

—Por favor, cuida de Draco— le dijo a Astoria cuando se despidieron—, que no vaya a hacer nada estúpido en estas semanas.

—No te preocupes, estará en buenas manos.

—No tengo dudas de eso, Tori.

Nina avanzó con la maleta despidiéndose de algunos compañeros y sonriendo a algunos estudiantes que le hacían señas.
Al llegar a donde se hallaban ambos magos abrazó a su padre con cariño y este le hizo elogios sobre lo hermosa que se encontraba; cuando sus brazos se entrelazaron con los de su novio, sintió por fin la calma que le había hecho falta en los últimos días.

—No sabes lo mucho que te eché de menos.

—Y tú a mí, Freddie. Me hiciste falta.

—Creo que si hiciéramos una competencia de quien extrañó más a quien, ganaría yo esta vez. Te he necesitado demasiado.

Hablaron un momento más en el andén hasta que el pelirrojo comenzó a decirle cosas sobre la casa de los Black y que nuevamente se estaban quedando allí para poder ver que era lo que estaba sucediendo.

Nina sonrió débilmente hasta en el instante que su padre se distrajo hablando con un ex compañero de escuela pudo apartar brevemente a Fred y conducirlo cerca de unas pilastras de metal apartadas del bullicio.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz