Ella me va a volver loco!

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RICARDO...

Acabo de regresar de viaje, viendo una posible sucursal para expandirnos al extranjero, cuando me encontré con Manuel Álzate nuestro jefe del departamento de Marketing esperando en el sillón destinado a la oficina de Albert.

- A quién esperas?- le pregunto extrañado porque sé que él está hospital.

- Martha me llamo y dijo que el sustituto del jefe quería reunirse conmigo después de almuerzo.

Me tenso al pensar que Alicia se esté metiendo en los negocios de Albert cuando él no la tolera y sé que Alessandro está de viaje.

- Quien es el susti.... - Hola amor! como estas?- Me interrumpe una voz que jamás pensé en volver a escuchar, mi corazón se acelera y mis manos empiezan a sudar, lo que me molesta de sobremanera y respiro profundo y dejo que toda la furia acumulada en estos cinco años salga.

Ella se gira y me ve sus ojos se abren con miedo y me alegra apenas susurra mi nombre - Ricardo...-

- Qué diablos haces tú aquí?- Pregunto agresivamente tratando de intimidarla, ella parpadea pero de inmediato su semblante cambia y se vuelve frio lo que me enoja más.

- Mi abuelo está enfermo, mi padre de viaje así que vine a tomar su lugar mientras se recupera- Me contesta cortésmente y me pasa por un lado sin más

Estoy tan furioso que tiemblo miro a Martha y Melania y ambas agachan la mirada, solo puedo seguirla, ella debería estar a mis pies pidiéndome perdón, arrodillada humillándose por haberme abandonado.

Ella se detiene Frente a Manuel - Señor Álzate soy A...- No la dejo terminar la agarró del brazo y la meto en la oficina de Albert o mejor dicho en su oficina, jala su brazo y se libera me mira enfurecida.

- Que pretendes?- Pregunta

- Te vas de aquí inmediatamente¡ no tienes nada que hacer aquí, solo estorbarías.

Ella me mira dolida y mi corazón se aprieta pero me sacudió la sensación, no tiene derecho de sentirse herida.

- Esta empresa es de mi familia y si me necesitan aquí estaré te guste a ti o no.- Se sienta rígida en frente del escritorio y me mira fijamente. - Puede no gustarte, pero así son como están las cosas o trabajamos juntos o nos estorbamos y volvemos la empresa un caos, es tu decisión. Porque Ricardo no me iré hasta que Bubu vuelva.- Con eso sentencia nuestras vidas porque no le facilitare las cosas no puede venir como si nada a tratar de ayudar en la empresa donde también soy dueño.

Me giro y salgo de su oficina y me dirijo a la mía debo calmarme. La escucho llamar a Manuel antes de cerrar la puerta.

La mayor parte del día me la paso revisando los pedidos de materia prima con los nuevos proveedores con los que estamos trabajando, son mejores en calidad y precios.

No he podido concentrarme sabiendo que esa condenada mujer está al otro lado de mi puerta, me está volviendo loco tenerla cerca quiero castigarla por todo lo que me hizo sufrir. Pero diablos si no está más hermosa que la última vez que la vi.

Me estire en mi sillón, hecho por expertos en sillones ortopédicos coloque mis manos detrás de mi cabeza y miro al techo recordando el ultimo día que estuvimos juntos, lo dulce que fue, el consuelo que sentí en sus brazos, creí que estaba en el cielo que a pesar del dolor de haber perdido a mi abuelo ella me complementaba, resulto ser mentira toda una maldita mentira. No es más que una traidora, pero aun así con ninguna mujer me sentí como con ella y eso me frustra a un nivel superior a mis capacidades y paciencia.

Tocan suavemente la puerta pero no quiero ver a nadie - !LARGO! grito esperando que el que está afuera me deje en paz, pero aun así la puerta se abre y mi madre entra.

- Hola mi niño- Ella entra poco a poco

- madre, pasa- Me levanto y la acerco a la silla de enfrente. - pasa algo? la miro preocupada

- Venia a verte pero si estás muy ocupado nos vemos para la cena, te parece? dice en voz baja.

- Mama para ti no estoy ocupado, lo que necesites dímelo.- Le sonrió para tranquilizarla, ella me mira un rato hasta que se arma de valor y pregunta.

- Que te tiene de tan mal humor?

Suspiro porque sé que no la puedo engañar - Ella volvió, está en la oficina de Albert encargándose de la empresa.

Se levanta rápidamente - Por qué? no podías encargarte tú de todo, acaso?- Pregunta furiosa.

- No lo sé mama, imagino que Albert decidió que fuera ella quien se encargara de todo.- Trato de tranquilizarla, pero me emociona verla como una leona defendiendo a su cachorro aunque dicho cachorro tenga 32 años ya.

- Imagino que se volverá a ir cuando este mejor su abuelo, no?- me encojo de hombros pero un malestar se instala en mi pecho al pensar que se pueda volver a ir.

_no lo sé madre, no me importa en absoluto.

Mi madre asiente y agarra su cartera se me acerca a besarme en la frente y se despide.

- Nos vemos en la cena, hijo mío-

- Claro mama.- No me he mudado de la casa por no dejarla sola, pero tengo un apartamento a parte para mis encuentros sexuales ocasionales.

La veo salir sin imaginarme que entablaría una discusión con Aria.

LA MANSIÓN NUBLADAWhere stories live. Discover now