My Boyfriend was a Boy (Levi x Eren) || Omegaverse || TERMINADA

• Episodio 3: Efectos Secundarios (1/2) •

• La llegada del diablo •

No lo podía creer...
Eren era nuevamente un niño.

— H-Hange-san... ¿Por qué me ve....así?

— ¿C-Cómo...? Se suponía que...

— ¿Hange-san?

— Espera, Eren...

Hange estaba nerviosa, hizo del novio de su amigo un niño, la máquina sufrió un sobrecalentamiento, y su experimento no regeneró nada, ¡Si no más bien rejuveneció al chico!

— ¡Hange-san!

— ¿¡Qué!?

— ¿Qué le sucede?

— ¡Nada más mirate Eren!

Eren, confundido, buscó el espejo de cuerpo completo que debe tener ahí en el laboratorio.
Al caminar, sus ropas eran incómodas pues no le quedaban a la medida, se sentía mas pequeño.

— Oh por.... ¡¡¡Hange-saaaan!!!

— ¿¡Eh!? ¿¡Eren!?

— ¡Ayuda!

— ¿Qué te pasa?

— ¡Soy un niño! ¡Otra vez!

— Sí, ya lo sé...

— ¿¡Pero cómo!?

— ¿Cómo está tu brazo?

— Hmm... No tiene nada...

— Fiuu... Al menos Levi no va a matarme sabiendo que... Espera... ¡¡Levi!!

— ¿Hmm?

— ¡¡Va a matarme!!

— Oh...

— Maldición... Maldición... ¡Maldición!

— Calma, Hange-san

— ¡No puedo!

— Mire el lado positivo, ahora encontró la forma de rejuvenecer a las personas.

— Pero qué hay de los efectos secundarios... ¿Te sientes bien, Eren?

— Eso creo, aunque tengo algo de sueño... Y me duele la cabeza...

— Debo apuntar eso.

— ¿N-No tiene alguna cama por aquí?

— Puedes recostarte en aquel sillón para psicología.

— Está bien...

Eren se acercó a aquel cómodo sillón, perteneciente a Riko Brzenska, la psicóloga del local.
El castaño, casi de inmediato, quedó profundamente dormido en dicho mueble.

Hange anotó entonces, "Dolor de Cabeza" y "Fatiga".
Rayó el nombre anterior, colocando ahora " Rejuvenecedor ".

La bióloga esperaba la llegada de su intolerante amigo, y mientras tanto, buscaba una solución ante tal inesperado problema. En ocasiones vigilaba a Eren, quien permanecía dormido e inmóvil. Como muerto.

Nerviosa, por el carácter de Levi, tomó torpemente su teléfono y marcó temblorosamente al número de su esposo, Moblit Berner.

— Hola mi amor —contestó Moblit.

— H-Hola, Mobu, cariño...

— ¿Linda? ¿Qué sucede?

— ¿En cuánto llegas?

— Si necesita mi presencia, puedo movilizarme justo ahora.

— ¿N-No estás muy ocupado?

— Usted es mi prioridad... No debí irme tanto tiem-