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- Cariño dame dos tazas de harina por favor

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- Cariño dame dos tazas de harina por favor.- oigo a mi madre señalándome el paquete de harina que anteriormente ha usado.

Hago lo que me dice y echo las dos tazas en la masa que tiene depositada en un boll. Mezcla todos los ingredientes con la batidora pastelera y echa esta en el molde que va directo al horno.

- Perfecto, ya tenemos todo listo solo falta decorarla.- dice sacando el fondean de la despensa.- Gracias cariño, hubiera sido una locura hacer todo esto sola.- dice y me giro a mirar la mesa de la cocina llena de snacks y comida.

- De nada mamá.- lavo mis manos en el fregadero y me quito el delantal que había llevado en todo el proceso de cocinar.

Salgo de la cocina escuchando una melodía conocida en el salón, yendo directa a sentarme junto a Mad viendo en la televisión una de mis películas favoritas aun que suene algo infantil ¨Las doce princesas bailarinas¨ y diréis tienes 17 años y sigues viendo ese tipo de películas, pues sí chicos soy amante de las películas de Barbie y disney a pesar de los años, pero mi pensamiento es que hay que conservar algo de niñez.

- Sia.- siento un golpecito en el hombro y me giro para ver a mi hermana.

- Dime peque.- le sonrío.

- ¿Quién era el chico que estaba ayer contigo? ¿Es tú novio?- dice con un pequeño brillo en sus ojos y trago saliva recordando que ayer cuando trajeron a mi hermana a casa Zack estaba aquí aun que tardo quizás unos cinco minutos en irse después del beso que sinceramente no me arrepiento.

- Era un compañero de clase y no peque, no es mi novio.- le digo dedicándole una sonrisa.

-Debería serlo, me cae bien.- dice volviendo su atención a la televisión.

Pasamos las horas muertas viendo las películas que trasmiten en Disney channel hasta que mamá nos interrumpe para que nos empecemos a arreglar.

Me ducho, me visto con un pantalón vaquero de rotos en la rodilla junto con un body negro con escote en forma de U y lo convino con unas botas negras altas, me dejo el pelo suelto y me maquillo de manera natural salvo por los labios rojos.

Cuando termino de arreglarme voy a la habitación de Maddie a ayudarla a peinarse para finalmente ir al piso de abajo donde ya hay varias personas como mis tíos y sus pequeños.

Ayudo a mamá y a papá a atender a los invitados, sirviendo la comida que ha preparado mamá y ofreciéndole a la gente. El cumpleaños pasa como todos los años, los niños juegan en el jardín con el castillo hinchable que siempre contratan, los adultos hablan y comen tranquilamente en el salón mientras que mi prima Leslie y yo nos sentamos en uno de los sofás.

- Entonces, ¿aún ningún chico?- dice rodando los ojos haciendo que ría. Siempre me acaba preguntando lo mismo y acaba recibiendo la misma respuesta, aunque esta vez puede que sea un poco diferente.

Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora