Rayos. Will se había dado cuenta de lo que estaba atacándolo con preguntas para que no tuviera tiempo de pensar. ¿Qué haría ahora con todas mis dudas?

—¿Puedo hacerte una pregunta? —Preguntó Will—. Creo que sería lo más justo.

—Dime.

—¿Por qué volviste cuando te ordené que te fueras a casa?

—Necesitaba algunas respuestas —me encogí de hombros, aunque sabía que estaba diciendo la mitad de lo que era en realidad.

—¿Eso es todo? —ahora la que estaba siendo ataca con preguntas era yo. No me gustaba estar en esa posición.

—Sí —traté de sonar segura pero mi voz me falló.

—Te recuerdo que yo fui lo más honesto posible en mis respuestas.

—No quería alejarme de ti —dije tras tragar el nudo que se me había armado en la garganta al escucharlo—. Cuando me tomaste por la cintura... tenía ganas de besarte y volví con intenciones de hacerlo.

—Pero aún no lo has hecho.

—Tenía miedo de cómo reaccionarías si lo hacía —dije apartando mi mirada de su rostro.

Will caminó lentamente esa pequeña distancia que había entre nosotros y se paró frente a mí. Luego pasó su brazo por mi cintura como lo había hecho anteriormente, pero esta vez lo hacía de manera delicada. Con su mano libre levantó mi mentón haciendo que volviéramos a quedar mirándonos a los ojos. Las inmensas ganas que tenía de besarlo volvieron a mi cuerpo de una manera que casi no podía controlar.

—Sé que te dije que soy peligroso, también sé que empezamos con el pie izquierdo y siento haberte lastimado —me di cuenta que se refería a cuando me tomó del brazo y me lastimó—, pero no volvería a hacerte daño, no por mi cuenta. No quiero que me temas, Annaleigh.

—No tienes que besarme sólo porque yo quiera que lo hagas —dije en un susurro sin dejar de mirar sus hermosos ojos.

—Créeme que no te besaría si no quisiera hacerlo —unió nuestras frentes acortando la distancia entre nuestros labios—, y la verdad es que no sé de dónde saqué fuerzas para controlarme y no hacerlo durante todo este tiempo, pero ya no puedo más.

Will acercó lentamente sus labios a los míos y los rozó suavemente. Cerré los ojos y disfruté de su sabor único y delicioso. Rodeé su cuello con mis brazos mientras él comenzaba a besarme con mayor intensidad. Besaba tan bien que no tenía ganas de separarme ni siquiera para respirar.

—Uhm —dije cuando sentía que mis pulmones estaban completamente vacíos.

Will se separó lentamente de mí con una sonrisa en su rostro, yo sentía que mis ojos brillaban de felicidad.

No sentía mariposas en el estómago como todos dicen que sientes cuando estás enamorado, lo que yo sentía era una inmensa vibración en el interior de mi cuerpo que iba desde la punta de mis pies hasta mi cabeza. Quizá no estaba enamorada, era muy probable ya que había pasado muy poco tiempo como para decirlo, y tampoco lo había estado anteriormente como para saber cómo se sentía, pero era innegable que me sentía demasiado atraída por Will de una magnitud que era imposible contener.

—Creo que estamos yendo demasiado rápido —dije sin pensar.

—Desde mi punto de vista estamos yendo extremadamente despacio, te lo aseguro.

—Jamás sentí la necesidad de estar tan cerca de alguien como me acaba de suceder. Es como un nuevo sentimiento con el que tengo que aprender a lidiar, Will.

SCARS Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα