capítulo 4

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Era un día normal, muy lindo, los pájaros cantaban, otros descansaban y los autos pasaban.
Lo único es que tenía que ir a la escuela y no quería, me sentía mal, no físicamente, solo me sentía deprimida, por todo lo que pasó últimamente en mi vida, siento que es horrible, nada me sale bien. Supongo que será el karma por todo lo que hice, aunque no creo que me merezca todo esto, pero bueno, no puedo estar deprimida toda mi vida, sigo siendo joven, tengo que disfrutar yendo a fiestas, pasar el rato con mis amigas, paseando y demás.
Me levanté y fui directamente al baño para darme una ducha rápida ya que eran las 6:25 y entraba a las 7, la escuela me quedaba a 5 minutos de mi casa, así que tenia que prepararme para ir tranquila.
Cuando me terminé de arreglar bajé y estaban mis hermanas y padre ya terminando su desayuno, los saludé, agarré una manzana y corrí hacia la limusina, ya eran las 6:44, supongo que llegaré bien.

****

Ya era la última hora y teníamos matemática, una materia no muy preferida por todos. No presté mucha atención a lo que estaba dando la profesora ya que en mi anterior escuela ya lo habíamos dado, así que me puse a hacer garabatos en la hoja, cuando mi compañero de atrás me pasó una hoja perfectamente cortada, la abrí y decía.
"Hola Elizabeth ¿Quieres ir mañana a una pijamada mañana con los pecados en mi casa?

Diane ♡"

"Hola Diane, claro ¿Por qué no? ¿Podrías pasarme tu dirección y a qué hora? Gracias"

Escribí y luego se la pasé a mi compañero para que se la pase a Diane, la vi escribir algo en el papel y luego se la pasó nuevamente a mi compañero para que me la dé, ahí decía la dirección y a qué hora, era a las 22 mañana ya que hoy era jueves.

Cuando tocó el timbre que anuncia que terminaron las clases fui directo al baño para acomodar el flequillo. Me lo destapé y lo miré con un poco de odio hacia mí, hacia este fenómeno, pero luego escuché que la puerta de uno de los cubículos se abría y no llegué a taparme el ojo ya que lo vió, por lo menos era Elaine.

_¿Elizabeth? ¿Qué fue eso?- preguntó en shock.

_N-nada E-Elaine, n-no le d-digas a nadie, por favor- pedí rogando.

_No se lo diré a nadie, pero ¿Podrías contarme?- dijo acercándose de a poco.
No dije nada, no sabia qué hacer, estaba muy nerviosa.

_Puedes confiar en mí Elizabeth, somos amigas ¿No?- murmuró y me sonrió.
Suspiré y le conté que tenía heterocromía, también le conté que en mi anterior escuela me hacían bullying por eso, que me decían que era un fenómeno, monstruo y demás cosas. Ella me escuchó atentamente, cada vez me habría más y estaba menos nerviosa, sentía que me comprendía, eso era lo que faltaba, que alguien me escuche, y ahora me doy cuenta que mis amigos podrán escucharme sin que me critiquen.

_Te entiendo Elizabeth, debió ser muy duro no tener a nadie, pero ahora tienes que saber que estamos todos juntos, ninguno te criticará, todos estamos de tu lado- habló cuando terminé de contar todo.

_Muchas gracias por todo señorita Elaine, gracias por su apoyo- le agradecí, ella negó con la cabeza.

_No importa Elizabeth, ahora vamos con los chicos ya que dijeron que ibamos a ir a ver una pelicula- agarró mi mano y salimos juntas. Cuando salimos vimos a todos los chicos preocupados.

_¡Elizabeth, Elaine! ¿¡Dónde estaban!? ¡Nos tenían a todos preocupados!- vociferó Diane con aire de preocupación.

_Elizabeth se olvidó una cosa en el salón y yo la acompañé pero no la encontrábamos- contestó la señorita Elaine tranquilamente.

El amor a veces duele...Where stories live. Discover now