Relatos nacidos en octubre

Día seis.

Día seis: Mítico.
Sin personajes. 

Advertencia: contenido oscuro, semi-gráfico  
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Goteo, goteo.

Hay sangre en el suelo blanco, y el soldado la observa sin mucho interés, oídos sordos a los gritos desgarradores, a los pedidos de ayuda, a las súplicas de una muerte rápida y misericordiosa. El soldado sólo está allí porque se lo ordenaron, para controlar la situación si las cosas toman un giro equivocado. El soldado, sin nombre y sin rostro en un océano de un millar más de soldados, jamás escuchará los gritos y lamentos inhumanos, él solo completará su turno y se marchará.

Y de eso se trata al final, de que esos gritos, lamentos y súplicas son inhumanos.

Los humanos son acechados por la muerte, su vida no se extiende a más de cien años, eso es lo que los hace humanos. Algo capaz de vivir más tiempo, más décadas y siglos es ...

Goteo, goteo.

La sangre procede de un cuerpo, todavía vivo, siempre vivo, en la mesa de operaciones. Hay un bozal en su rostro cubierto de lágrimas, y ataduras en todas sus extremidades. Hay un agujero en la completa extensión de su torso. Los científicos, hambrientos de conocimiento, no dejan de cortar y escarbar.

Los humanos siempre han perseguido la mítica vida eterna, la prolongación de la existencia.

Cuando el conocimiento de la existencia de seres, "naciones", capaces de vivir eternamente se esparció, los humanos no perdieron la oportunidad.

La nación grita, maldice y llora.
Los humanos ignoran.

Y cortan, y escarban.

Goteo, goteo.