✨ What he thinks about me? [BEGIN] ✨(+18) /Marixel \ ™ EDITADO

XI

El sol mostró sus primeras señales de luz atravesando el ventanal grande del cuarto de Axel, molestando a cualquier costa con su intenso calor. Desesperados de que llegara el invierno o de alguna manera que fuera menos caluroso. Lo peor de todo es que eran las 7 de mañana y gracias a que el profesor de biología decidió faltar su entrada era hasta las 10 de la mañana.

Sus cuerpos se movían al mismo tiempo, inhalando el aire con desesperación y compasión. Ambos mantuvieron una distancia razonable intentando pensar lo que había sucedido horas antes.

Solos en la cama sin otra señal de vida más que la de ellos, no sabían cómo dirigirse la palabra, la vergüenza estaba por delante y eso los aterraba. Mario observaba fijamente la pared que se encontraba en su lado, como si su vida dependiera de ello.

- Axel - en un intento en vano quiso empezar la plática - Con lo ocurrido con Adrián... - exhaló todo el aire que estaba conteniendo, era algo pesado pese que no estaba preparado para confesarle lo que estaba pensando, pero aún así debía hacerlo - No quise hacerlo, te lo juro. Tampoco quería parecer que estaba jugando con tus sentimientos, pero... - buscó una manera sutil de decirlo - él me obligó y realmente no sé que más decir.. - Fueron las únicas palabras que su cerebro pudieron procesar para decir en ese momento.

No se escuchó nada del lado de Axel, ni siquiera una exhalación; él de igual forma tenía la vista fija en la ventana. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no quería escuchar nada de lo que dijera Mario, podría tener una personalidad tranquila y pasar algunas cosas por alto por lo que su orgullo y razonamiento estaban presentes.

- Sé que estás enojado, y no te culpo estás completamente en lo correcto, pero solo te pido que me perdones. No puedo imaginar en volver a vivir estos días que estuve lejos de ti, me comporte terrible y no soy capaz de negarlo. Me conoces mejor que nadie - intentó convencerlo, podía incluso sentir su pecho contraerse de nueva cuenta - pero... este tiempo fue suficiente para ver la horrible persona que puedo llegar a ser.. y me odie mucho por lo que te hice.

Mario se dio la vuelta para entrar en conexión, pero en cambio Axel le estaba mostrando su espalda, aún estaba acostado sin intenciones al parecer de moverse, su cuerpo estaba cubierto hasta la mitad con una sábana blanca y un tanto gruesa.

- No sé qué más hacer para ganar tu perdón - le acarició la parte de su espalda ancha y trabajada, esperando por algún tipo de reacción. Después de varios minutos de seguir insistiendo con sus caricias tan solo se resigno y volvió a sentir su alma quebrarse en el proceso.

- Te perdono Mario, pero odio que jueguen conmigo - se notó que su voz era severa. Aunque el orgullo no le permitía encubrir sus sentimientos tan claros por Mario.

Era su "amigo" después de todo, ¿no podía enojarse con él?, aunque le costaría mucho reconciliarse..

- Gracias - sonrió aliviado, esas pocas palabras bastaron para que Mario volviera a la vida.

- Tenemos que alistarnos para ir a la escuela  - Axel se sentó, se estiró para empezar a trabajar sus músculos algo adoloridos - Levántate por qué hay... - observó por lo lejos los fluidos que estaban en su cama - que limpiar todo esto - señaló algo avergonzado.

- Wow.. - Mario tan solo se limitó a decir en una reacción de vergüenza y un poco de orgullo.

- No digas nada.. -le lanzó una almohada de forma juguetona, en señal de que se apurara en la limpieza del lugar, mientras él recogía su ropa y se vestía lo más rápido posible.

Mario imitó el acto de vestirse y una terminado recogió todas las cosas que estaban manchadas por los fluidos de la noche pasada y sin más decidió ir a lavarlos buscando por la casa ajena un lugar para hacerlo. Pero algo en su camino se descontroló; su mente le decía que tenía que probar parte del fluido de Axel sin importar nada. ¿Fetiches?, era poco probable pero cuando encontró la mínima oportunidad de probarlo lo hizo. Si bien el sabor era más que extraño, eso poco le importó para su ser. Ahora se sentía satisfecho de una forma tan extraña, que lo abrumó por completo.