Ya era el tercer día que quedaban aquella semana, Seunghyun salió de su casa y siguió el plan de ayer, presentándose en la misma puerta que el día anterior, pero esta vez, a la hora que tocaba.
No tuvo que esperar más de cinco minutos y Jiyong ya estaba llegando al lugar.
-No sé si te va a gustar, pero seguro que te sorprende.
Dijo el mayor dando la bienvenida al otro.
Comenzaron a caminar y a conversar mientras se dirigían a donde el pelirosa lo llevaba.
Y en cuanto estuvieron a las puertas de la exposición, Seunghyun dejó ver una amplia sonrisa al leer el cartel del artista del que se trataba.
Abrió la puerta y dejó que el más pequeño entrara antes.
Jiyong nada más dió dos pasos y se quedó parado viendo donde estaba.
El mayor entró también y se quedó a su lado, sin moverse tampoco.
Delante suya había una sala enorme llena de sillas, mesas, sofás y hasta estanterías, más que una exposición de arte, el peliamarillo creía que lo había llevado al ikea.
-¿Qué vino quieres?
Preguntó Seunghyun en un susurro, pegándose a la oreja del menor, quien levantó el hombro de manera impulsiva al sentir un cosquilleo recorrer su cuello, y se giró para mirar al otro.
-El más fuerte.
Contestó mirando a los ojos oscuros del pelirosa, quien sonrió y se alejó para dirigirse a la mesa donde servían todo tipo de bebidas.
En menos de un minuto el mayor de los dos ya estaba volviendo a donde Jiyong se había quedado parado y le extendió una copa de vino con una muy bonita sonrisa.
Jiyong se quedó más tiempo mirando a los labios del mayor y como decoraban su cara que no en fijarse que le estaba dando la bebida.
Y en cuanto el menor consiguió reaccionar, agarró por fin aquella copa de vino, la acercó a la del contrario y ambos sonrieron, para acto seguido pegarla a sus labios y beber.
Dejando ya aquella entrada, comenzaron a adentrarse en aquel ikea y a iniciar una visita por entre todos aquellos muebles de diseño.
-Vamos a hacer algo.
Susurró Jiyong tirando de la gabardina del mayor, para acercarse a su oreja.
-Cada silla que valga más de 100$... Damos un trago.
Volvió a hablar el peliamarillo haciendo rozar su sonrisa con el lóbulo de la oreja del contrario.
Seunghyun sonrió y agarró el hombro del otro antes de que se alejara.
-Más de 200$ mejor, o terminaremos la segunda copa tan rápido como la primera.
Habló entre risas ahogadas.
Jiyong lo empujó lejos y se tapó la boca sin quererse reir.
Ya no sabían ni por qué estaban riendo pero definitivamente se lo estaban pasando muy bien.
Continuaron paseando entre sillas de diferentes tamaños, formas y colores, bebiendo cada vez que pasaban el precio establecido por el mayor.
Con facilidad se terminaron aquella segunda copa y decidieron que mejor no ir a por una tercera, pues la noche ya estaba amenazando fuera del local y ya no eran horas de estar viendo obras de arte.
Los dos chicos de mejillas sonrojadas y labios rojos salieron de la instalación y se quedaron plantados el uno frente al otro, sin saber que decir o hacer.
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Destinados a conocerse GTOP // G-Dragon y T.O.P Big Bang
ContoEn un mundo paralelo en el que Big Bang no existiese, Seunghyun y Jiyong se habrían conocido gracias a su amor por el arte.