Donald Judd.

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Era Navidad y Seunghyun estaba saliendo de casa dispuesto a quedar con un extraño.

Un extraño con el que sentía tener muchas cosas en común.

Como se habían encontrado en todas aquellas exposiciones y museos después de la tremenda coincidencia de que hubiese estado en su proyecto.

Jiyong era un artista del cual solo había visto una o dos obras y la que más le había gustado era él.

A veces sentía la necesidad de apuntar en su libreta lo que le transmitía, como hacía con las pinceladas que veía sobre los lienzos, aquellas sensaciones.

Como hace Jiyong cuando sonríe y deja ver sus pequeños dientes y parte de sus encías.

O cuando fuma y sus dedos se acoplan a la perfección adoptando la forma del cigarro.

Como decora su piel con aquellos tatuajes, esa tinta negra que luce tan bonita encima de su moreno y le curiosea cada vez que los ve.

Llevaba minutos en aquella puerta donde se habían despedido días atrás, esperando.

Había llegado antes de la hora, pues había salido demasiado pronto de casa, estaba tan nervioso que no podía soportar seguir encerrado por más tiempo.

Así que cogió un cigarro, su mechero negro y esperó mientras fumaba y buscaba en qué galería de arte lo iba a llevar Jiyong.

-Qué puntual.

Sonó una voz aguda acercándose a él.

-Qué impuntual.

Seunghyun ya no sujetaba ningún cigarro e hizo un movimiento para mirar el reloj de su muñeca.

-Son casi y media.

Volvió a hablar lanzando una mirada asesina al menor.

-Ah ¿No quedamos a y media?

-Sabes qué no.

Seunghyun seguía manteniendo su actitud seria al hablar

-Ya, ya, lo siento.

Se disculpó el menor ante tantas acusaciones.

-Ya pensaba que un extraño me había dejado plantado el día de Navidad.

-Primero, no soy un extraño. Segundo, ya he llegado. Y tercero, deja de quejarte y camina.

Jiyong comenzó a caminar dejando atrás al más alto, quien con facilidad se puso a su altura, gracias a sus largas piernas.

Hablaron hasta llegar al lugar y entraron en silencio, comenzando a pasear por las salas.

-No esperaba esto.

Habló Seunghyun en un susurro, bajando un poco el torso para estar a la altura del otro.

-Creía que apreciabas todo tipo de arte.

Dijo Jiyong girándose hacia el mayor.

Seunghyun no contestó y sacó su libreta.

-Lo hago.

Cogió un bolígrafo y escribió.

-¿Puedo saber que pones o es solo para gente que conozcas?

-Oh, Jiyong. No eres un desconocido.

Dijo Seunghyun imitando la voz aguda del otro, quien rió y tapó su boca de seguida, con miedo a que los regañasen, como la vez anterior.

-Me parece preciso. Exacto. Como si quisiese representar el equilibrio perfecto... Pero a la vez... Interrumpido. Están rectos y son del mismo tamaño pero que sean de varios tonos me confunde... No sé.

-¿Has escrito todo eso?

Jiyong preguntó sorprendido en cuanto el mayor terminó de hablar.

-Sin el "no sé"

Dijo el castaño cerrando la libreta para seguir andando, y se paró a observar la siguiente obra.

Jiyong observaba lo que parecían ser pequeñas estanterías clavadas en la pared.

-¿Qué te transmite?

Preguntó Seunghyun curioso, viendo que no apartaba la mirada.

-¿Vas a apuntarlo?

-¿Quieres qué lo apunte?

-Paz. Las noches en Seúl... Son como ventanas cerradas que intentan evitar la noche... Pero con el tono gris, que las acaba camuflando aunque no quieran... Triste.

Seunghyun escribió rápido, mordiéndose el labio con cierto nerviosismo.

Y después de aquello, esperó expectante a más palabras, pero el pelinegro se quedó unos segundos más mirando y siguió andando en busca de más.

Y dejaron estar el museo cuando el sol ya había dejado el cielo.

Ya se podía cenar, y las luces de Navidad adornaban las bonitas calles de Seúl.

-¿Puedo invitarte a algo que no sea un cigarro?

Preguntó Seunghyun una vez fuera.

-¿Quieres emborracharme?

Habló el pelinegro sonriendo al mayor, acercándose a él.

-No... No directamente. Este fin de semana hay una exposición de... Hay una exposición y dan vino.

El castaño habló inseguro, proponiendo aquel plan.

-¿Este fin de semana cuándo?

Jiyong preguntó curioso, con ganas de ir.

-¿Pasado mañana?

Dijo el más alto consultando, en su ya habitual, calendario mental, y sonrió levemente.

-¿Aquí?

-Podemos quedar aquí.

Respondió Seunghyun.

-A las seis. En punto.

Volvió a hablar el mayor poniendo unas gafas de filtro rosa sobre su nariz.

Parecía ser que tenía gafas de todas las formas y colores posibles.

-Adiós.

Habló Jiyong con una sonrisa, ya sacando el paquete de cigarros de uno de sus bolsillos.

-Buenas noches.

Se despidió el mayor sacando el móvil, como la otra vez, para orientarse.









No he llegado a mil palabras porque soy un fraude, hasta mañana

Destinados a conocerse GTOP // G-Dragon y T.O.P Big BangWhere stories live. Discover now