Primer contacto

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Haru vivía en un complejo de apartamentos como tantos en la ciudad, aunque este estaba más enfocado a estudiantes. En especial ese edificio estaba pensado para compartir el espacio con otra persona, probablemente tu alma gemela o un compañero de equipo o clase, pero Haru no tenía alma gemela así que su arreglo de vivienda respondía a otra naturaleza y actualmente tenía como compañero de apartamento a Matsuoka Rin.

Aunque compartir la renta y los gastos de un apartamento con su mejor amigo era un arreglo conveniente, habían situaciones en las que dudaba sobre la idoneidad de su convivencia.

No era que no apreciara a Rin, pues a pesar de que casi no podían conversar sin pelear un poco, suponía que la forma en que ambos concordaban y al mismo tiempo divergían en opiniones era lo que hacía interesante su amistad.

Lo que realmente le desagradaba de tener a Rin como compañero de vivienda era el hecho de que no se llevaba bien con el novio del pelirrojo y que además este se quedara en su apartamento cada vez que estaba de visita y no precisamente con la intención de dormir.

Esa noche en particular era un infierno para Haru, quien tampoco había podido dormir la noche anterior debido a la incapacidad de Rin para mantener la voz baja a pesar de que Yamazaki Sousuke era en realidad un hombre de pocas palabras.

Estaban a mitad del verano, uno de los más calurosos que había experimentado, así que dormir fuera de su apartamento no sería tan mala idea. Su edificio tenía una pequeña sala común en cada piso y el sofá era bastante cómodo para dormir en él. Esperaba poder despertar antes que sus vecinos o sería un poco incómodo explicar que había preferido dormir allí que escuchar a su amigo teniendo sexo salvaje.

En realidad no sabía quienes eran sus vecinos y nunca había hecho un esfuerzo por conocerlos. Era solo que él no quería pasar por un momento de socialización innecesaria. Estaba seguro de que no necesitaba más amigos de los que ya tenía y era demasiado esfuerzo el visitar los otros tres apartamentos de su piso solo porque sucedía que al menos otras seis personas compartían el mismo nivel. Ocasionalmente se daba la ocasión de saludar a alguien en las escaleras o en el elevador. Había memorizado algunos rostros, pero nunca venían con un nombre.

De la misma forma no le interesaba encontrar a su alma gemela. Estaba bien en su estado actual, todo el asunto de las almas gemelas le parecía demasiada molestia. No necesitaba ese tipo de complicaciones en su vida.

Con suficiente silencio y una almohada cómoda, Haru estaba a punto de abandonarse en un placentero sueño cuando el sonido rítmico de pasos llegó hasta sus oídos, anunciándole que alguien estaba subiendo las escaleras. ¿Quién en sus cinco sentidos estaría fuera del edificio a las dos de la mañana?

Bueno, era la noche del sábado así que la razón más probable era una fiesta en algún lugar de la ciudad, pero aún las fiestas eran algo sin sentido para Haru. Además, lo que menos encajaba era que alguien usara las escaleras para llegar al cuarto piso de un edificio que tenía un elevador funcional a su disposición. Quizá era alguien un poco más sensato que había salido a hacer ejercicio de madrugada. Cada quien era libre de obsesionarse con su deporte favorito según le conviniera.

Para resguardar al menos un poco de su orgullo, abandonó la comodidad en la que estaba para sentarse recto y luego de dar un fuerte suspiro, esperó a ver quién de sus vecinos estaba lo suficientemente loco para dar un paseo a esa hora.

La luz era demasiado tenue para permitirle reconocer las facciones del chico que apareció por las escaleras, quien iba bostezando al tiempo que llegó a la sala común. Nunca imaginó que escucharía un grito tan fuerte cuando el hombre finalmente advirtió que había alguien sentado en el sofá, con una mirada vacía y cansada más propia de un cadáver. El chico alto y fornido saltó hacia atrás y se puso una mano en el corazón, respirando profundo para poder calmarse. —Ay, cielos. Perdón por gritar, pero me asustaste.

Cada día te siento más cercaWhere stories live. Discover now