Me gustas tanto, Hyung. [2Jae]

6: pureza

Tal como había previsto, terminar con su novia no fue algo fácil. No solo se ganó un show bastante vergonzoso en público, sino que también una gran bofetada que de seguro dejaría marca al día siguiente. Pero ya estaba, ya no tenía nada que ver con ella y con YoungJae muy pronto tendría todo que ver.

Por alguna extraña razón recibió un mensaje del menor esa tarde.

“Espero que haya tenido éxito”, decía.

Sonrió. YoungJae no había dicho nada "increíble", pero ese mensaje le daba a entender que quería estar con él también.

Decidió enviarle un mensaje como respuesta, y también para avisarle que pasaría por él al día siguiente, como cada día.

Buenas noches, sol.

Choi☀:
¿Sol?
Buenas noches, Hyung.
¿Necesita algo?

           Es lo que eres. Un sol.

Sólo quería decirte que mañana pasaré por tí también.

Choi☀:
Siento que es una pérdida de tiempo que vaya a buscarme a mi casa cuando la de usted queda más cerca. Yo pasaré por Hyung. Adiós~

Jaebum quiso responder e insistir, pero YoungJae al parecer desconectó su internet. Volvió a sonreír antes de caer rendido a los brazos de Morfeo.

La vida era, sin duda, muy versátil en cuanto a su felicidad. O al menos eso pensaba Jaebum.

Esa mañana despertó dispuesto a tener un día maravilloso lleno de amor y felicidad. Siguió su rutina diaria hasta llegar el momento de alimentar a Nora, su gata. La llamó un par de veces pero no apareció. Decidió buscarla en cada habitación de su hogar, pero nada.

—¿Mamá? ¿Dónde está Nora?

—Um... Sobre eso... Esta mañana noté que la ventana del baño estaba abierta y olvidé cerrarla. Creo que debió escapar por ahí. ¡Pero no te preocupes! De seguro aparece más tarde. Ve tranquilo a estudiar.

—¡No! S-si Nora escapó.... Y-yo... N-nora... — los ojos del azabache se llenaron de lágrimas y, olvidando completamente la escuela, corrió escaleras arriba dispuesto a dormir hasta despertar con Nora a su lado.

La madre de Jaebum suspiró agotada. No debió olvidar la ventana del baño, ella sabía muy bien lo dramático que Jaebum se ponía cuando se trataba de Nora. Nadie podía entenderlo.

La puerta de su hogar fue golpeada suavemente y la señora Im caminó hasta ella para abrirla.

—¡Buenos días! — saludó un chico sonriente y metafóricamente radiante.

—Buenos días joven. ¿Necesita algo?

—Venía por Jaebumie Hyung. Le dije que hoy pasaría por él.

—¿Eres YoungJae? — el nombrado asintió — Verás... Jaebum no se siente muy bien. ¿Conoces a Nora?

—¡Por supuesto! Es la "hija" de Jaebum. Muy importante para él.

—Bien. Ella escapó esta mañana y no sabemos dónde está. Debes saber que Jaebum la adora demasiado, así que ahora no quiere siquiera levantarse de su cama hasta que ella regrese.