Final

9K 338 5
                                    

-¿Que sucede?-le pregunté a Kyle, cuando lo encontré a punto de subirse al auto.

-¿Estas loca? Vi que te perdías entre los arboles, no nos dijiste nada. Te llamé como cuatro veces y no me respondiste-dice algo alterado.

-Lo lamento-dije sintiendo sus brazos envolverme. Después se separó- Pero Sara sabia de mi paradero, incluso con quien estaba...

-¿Con tu guardaespaldas? Si, los tuve que ver, si dependiera de Sara lo único que conseguiría seria " esta por ahí, relájate"- no tuve respuesta para eso- Los vi, ¿si? A ambos, muy...entregados. Y estoy enojado, no, furioso, por que soy tu mejor amigo, de hecho asumí que me tenias más confianza a mi que a Sara, y por si lo dudas, si, estoy muuuuy celoso de ella. No actuaré que estoy enojado por que yo estoy triste, y tu tienes muchísimas mas razones para estarlo, te subiras con nosotros e iremos a casa, si quieres ir a otro lado, esta bien, iremos, pero juntos. Pero no olvides que estoy algo indignado, que merezco saber que te sucede con ese chico-me miro con sus ojos de tristeza- Solo... me gustaria que me tuvieras la confianza y me lo dijeras, no ahora, pero espero que lo hagas- y sin mas, se subió, dejándome sin palabras.

Cerré los ojos, maldiciendo.

Simon y Sara estaban en los asientos de adelante, estaba segura que ninguno de los dos había oído lo que mi mejor amigo me había dicho. Con un poco de vergüenza subí al auto, los cuatro nos quedamos en silencio, mientras yo jugaba con mis dedos.

-¿Quieres ir a casa? Podemos ir a otro lugar-comentó Simon, mirándome por el espejo retrovisor, sentí la mirada de mi mejor amigo.

-En un rato va a oscurecer, ¿a donde iríamos?-preguntó Sara, mientras su hermano se encogía de hombros.

-Sé de un lugar-dijo mi mejor amigo, cuando menciono la direccion sonreí.

Varios minutos despues, Simon aparcó el auto, abrí la puerta y me bajé, sintiendo la brisa de Pacific Beach, y permitiendome relajar al momento de escuchar las olas romperse, poder respirar mejor cuando el aroma salado invade mis fosas nasales.

Caminé un poco y cuando llegué a la arena me quite mis zapatos enterrando mis pies en ella. Solté una pequeña risa cuando solté un suspiro, sabia que mis amigos estaban detras de mi, al pendiente.

Mi mirada se perdio entre ese punto en el que parece que se acaba el mar y donde toca el cielo, el sol cada vez se escondia mas, y podiamos apreciar bien el atardecer. Entonces un recuerdo invadio en mi mente.

Mi mama me habia traido por primera vez aqui, tendria yo unos siete años y estaba asustada por que un tiempo atras me habia llevado a otra playa y mientras jugaba en la orilla del mar una ola me arrasó.

Sonreí al recordar mi llanto, pero cuando me acerque al mar mamá me tomo la mano, y prometió que no me pasaría nada, al menos no como aquella vez. Ese día estuvo increíble, nos compramos unos helados y admiramos las personas que surfeaban con tanta pasión.

Mi amiga paso un brazo en mis hombros y recargo su cabeza con la mía.

-¿Crees que pueda superarlo? - pregunté.

Sara me miro.

-Mía, eres de las personas más fuertes que conozco, podrás salir adelante-apretó mi mano.

Mi rostro comenzó a mojarse, no podía evitar las lágrimas. Sabía que perder a una mamá era difícil, pero vivirlo es...

Mi mamá era una parte esencial de mi, el hecho de sólo pensar que pudo haber conocido a su nieto hace que mi corazón se rompa en mil pedazos.

Mi bebe no iba a conocer a su abuela.

Pero ahora me preocupaba más mi papá, acababa de perder a su otra mitad, y por muy destrozado que estuviera, parecía querer dar la idea de que lo estaba tomando bien.

El GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora