Capitulo 37

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19 de Junio del 2016

-Joder, no deja de mirarte-comenta con voz ronca. Mientras sigue viendo aquel chico que esta a unas mesas de distancia.

-Deja de mirarlo-le pedi. Mientras disfrutaba de mi helado de galleta, que estaba por acabarse. En cambio el suyo, estaba casi derretido por completo.

-Estoy contigo y le importa poco-susurra mientras trata de clavarle una estaca al corazon a traves de su intensa mirada. El chico sinplemente lo ignora y recorre mis desnudas piernas.-¡Hasta aqui!-dijo enojado James. Dio un golpe en la mensa y comenzo a alejarse. Me levante de inmediato y lo tome del brazo.

-Relajate guapo, no puedes ir a golpear a cualquier imbecil que me observa, no puedes-trate de calmarlo.

-¿Y quien dice que no?-arruga su frente-Nadie, tengo todo el maldito derecho de ir a golpear quien se me de la gana, sobre todo cuando tipos asi te miran a ti.

-¿Entonces debo yo ir a jalarme de greñas con las chicas que te deboran con la mirada? No.

-Ni te compares, es distinto-dijo volviendo a la mesa. Perro que ladra, no muerde. Solte un suspiro, por lo menos ya no caminaba hacia el tipo. Me sente a lado suyo y acerque mi rostro al suyo. Deje un beso en su mejilla y otro en la esquina de sus labios.

-La mujer de atras no deja de mirarte desde que entramos, ¿hice una escena de celos? No.-dije dandole un beso.

-La señora tiene cuarenta años Mia-dijo rodando sus ojos, comiendo de nuevo de su helado- No me gusto este helado, esta todo derretido.

-¡Como no! Desde que llegamos no dejas de asesinar al tipo, tu pobre helado se derritio y ni cuenta te diste que te robe un poco.

-No me importa compartir contigo-dijo dandome una sonrisa. Me acerque más a él y mire sus carnosos labios, apetecibles. Me mordi mi labio, y subi mi mirada a sus ojos. Acaricie lentamente su pierna con mi mano y senti su cuerpo tensarse. Mis dedos subian lentamente hasta llegar a tocar su entrepierna. Dio un pequeño brinco y le mire inocentemente.

-¿Hasta tu cuerpo? Por que la verdad estoy obsesionada con el.-dije. Dio una rapida mirada al local y trató de calmarse

-No seas asi Mia, no puedes decir esas cosas y tocarme asi en publico, es peligroso.

-Aqui nadie nos conoce

-Sabes que no hablo de eso, niña listita-dijo con voz ronca. Le sonrei, definitivamente hablaba de sexo.

-Es la verdad, desearia estar contigo, en mi cama.-dije recargado mi cabeza en su hombro. Senti sus labios tocar mi frente, y rodeo mi cuerpo con su brazo.

-En cuanto se vaya Astrid de la casa, nos ocupamos de ello-dijo. Salimos del local y nos acercamos a unas de las hermosas playas de Malibu.

Habia poca gente para ser temporada vacacional, hay algunos niños jugando y haciendo castillos, mientras sus mamas leian alguna revista y sus papas bebian alcohol.

En una palmera, James y yo tomamos asiento debajo, en la sombra. Corria aire y eso hacia que no se sintiera tanto el calor, ambos nos dedicamos a observar.

-Me incomoda Astrid-solto de repente, y sabia el por que lo decia. La verdad es que nos tomo por sorpresa, creo que notó nuestra incomodidad,no volvio a tocar el tema. James y yo no tuvimos la oportunidad de hablar, pue la mayor parte del dia Astrid volaba por la casa, cuando no estaba, nos besabamos como locos.

-Por alguna extraña razón, confio en ella-observo a un grupo de niñas correr con sus flotadores.

-He estado pensando...-dijo con voz apenas clara. Quite mi vista en las niñas y lo mire. Estaba observando atento al mar, y las personas que pasaban. Bajó su miraba y buscó mi mano para entrelazarla con la suya, sus ojos se quedaron ahí- Despues de lo que nos dijo Astrid, le he dado vueltas a la cabeza este tema, y llegue a la conclusion de que no hay razones-dijo mirandome por primera vez.

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