Viviendo con playboys

050.

Soltó una risita.

—¿También recuerdas que antes de que viniera Logan te dije que moría por besar tus labios?— asentí con la cabeza— bueno, todavía muero por hacerlo.

Se acercó a mi y colocó sus manos en mi cintura. Cerró los ojos al igual que yo, y rompimos con los pocos centímetros que quedaban entre nuestros rostros, juntado nuestros labios en un tierno beso.

(...)

Sentí la luz del sol entrando por mi ventana y dando justo en mi rostro, agh. Abrí los ojos lentamente hasta acostumbrarme y luego me levante de la cama.

Mire la hora, eran las 9:30 am. Lydia aún dormía.

Bajé al comedor y me encontré a Luke y a Jacob, besándose. ¡Oh por dios! ¡Yo sabía que estos dos estaban en algo!

—Buenos días— dije riendo.

Se separaron bruscamente y Luke estaba rojo de la vergüenza. Jacob, por el contrario, reía.

—¡Cat! Adivina que— dijo Luke

—¿Que?

—Lydia dijo que haría lugar en nuestra mesa en sus 15 para Jacob. Claro que fue después de que le haya insistido durante 3 días seguidos y que le haya regalado una laptop.

Solté una carcajada.

—Buen momento para anunciar que tienen una relación.

—¿Quienes tienen una relación?— dijo Hunter bajando de las escaleras animando, a continuación me dio un beso en la mejilla.

Luke y Jacob se miraron.

—Hmm, ¡Ustedes!— exclamó Luke— ya lo sabía.

Negué con la cabeza sonrojada.

—No, aún— Hunter guiñó un ojo— Cat, ¿Ya tienes atuendo para hoy?

—No en realidad, iré a comprar ahora.

—Yo te llevo— tomó las llaves de su auto— necesito un traje, el que tengo ya no me queda.

—Siempre todo a último momento— dijo Luke riendo.

—Adiós— los salude y salimos por la puerta principal.

Subí al auto de Hunter y estuvimos en silencio por unos minutos, no fue incomodo, yo miraba el paisaje a través de la ventana y el mantenía su vista al frente.

—Sabes que Lydia me dijo que le caíste increíble— dijo sonriendo— me alegra que se lleven bien.

—Es realmente agradable. Como una hermanita menor— sonreí.

Después de unos 10 minutos llegamos al centro comercial. Nos adentramos y comenzamos a recorrer los pasillos en busca de atuendos.

No pasaron ni 5 minutos cuando entramos a un local de ropa femenina. Era realmente caro, pero los vestidos y zapatos que vendían eran de lo mejor, valía la pena cada centavo invertido. Claro que la mayoría eran vestidos apretados y que marcaban la figura que solo al maniquí le quedaban bien.

Apenas entramos, Hunter se quedó viendo a la vendedora. Era una chica morocha de unos 20 años aproximadamente que llevaba uno de los vestidos que vendían; me pregunto yo si era necesario que venda con el más corto, escotado y apretado. Pero en fin, que haga lo que quiera.

—Me probaré este vestido— dije escogiendo uno color negro, apretado al cuerpo pero no tanto, con un escote y largo normal— intenta no acabar en los pantalones antes de que nos vayamos— murmuré al ver que ni se había percatado de que le hablé.

No cambian nunca, un día te besan y dicen que están enamorados de ti, y al otro se follan a cualquiera.

En fin, entré al probador y me vestí. En mi cuerpo se veía más corto y escotado, pero igual así me gustaba.

Salí para tener la opinión de Hunter o de la vendedora. Pero la morena ni me vio, esta en cambio le entregó un papel a Hunter que creo yo que tenía su numero. El idiota de Hunter, al verme, abrió la boca y enseguida negó con la cabeza.

—¿No te gusta?— dije decepcionada.

—Te ves jodidamente sexy con ese vestido, y eso es lo que no me gusta— me inspeccionó con la mirada— ¡No quiero que te coqueteen todos lo babosos!

Rodé los ojos.

Entré al probador nuevamente para desvestirme. Que conste que no lo llevo porque es carísimo, no por la estupida opinión de Hunter.

Solo espero no estar todo el maldito día viendo que comprar porque sería un infierno.

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